Ante tamaña situación con correcto proceder el fiscal decidió no avanzar en la acusación ante la orfandad de elementos probatorios por lo que retiró la acusación, en tanto que los jueces del Tribunal Oral 4 ordenaron la inmediata libertad del imputado, Carlos Javier Martínez.
Los hechos provocaron conmoción en la región en 2015, cuando un suboficial de Gendarmería Nacional había sido encontrado muerto en un descampado de La Capilla, con una herida de bala en una pierna que le había afectado la arteria femoral, provocando su deceso en cuestión de minutos.
La víctima fue identificada como el suboficial principal Gerardo Orlando Vera, de 55 años, asignado al Operativo Cinturón Sur de Seguridad.
En el lugar se había hallado una billetera con sus documentos y más de 1.000 pesos, como también una mochila con sus pertenencias, lo que descartaba desde el inicio la hipótesis del robo.
El hecho ocurrió en la calle 1335 entre 1308 y 1310, del barrio Los Perales, en la localidad de La Capilla. Vecinos habían escuchado un disparo y avisaron a la Policía, que al llegar solo encontró un reguero de sangre. Los agentes siguieron las manchas hasta un terreno baldío ubicado a unos 50 metros y allí hallaron el cadáver del gendarme, que aparentemente resultó herido cuando iba a trabajar y murió desangrado.
El suboficial principal, que vivía a unas cuatro cuadras de donde fue encontrado muerto, tenía en su poder una mochila con un cargador de balas para pistola, una notebook, la billetera con dinero, documentos y ropa. Días después del deceso de Vera, al allanarse un domicilio de 1554 y 1529 ya que, según averiguaciones, habría sido el lugar elegido para ocultar el elemento sustraído del lugar del hecho, se determinó que ahí residía Carlos Martínez, el imputado. Sin embargo todos los testigos que comparecieron desligaron al encartado de los hechos y fue absuelto por los jueces Alberto Ojeda, Andrea Calaza y Fernando Celesia.