El gabinete criminológico de la Comisaría Séptima, a cargo del comisario Sergio Saleh, investigó el hecho. Sospechaban de “empleados infieles” que pudieron haber planeado la maniobra con el fin de poner a la venta por sus medios los elementos sustraídos.
Cámaras de seguridad habrían evidenciado la presunta responsabilidad de dos trabajadores, de 37 y 38 años, y con las pruebas colectadas se libraron las órdenes de allanamiento. En total el procedimiento se desplegó sobre ocho domicilios ubicados en Quilmes y en Temperley, donde finalmente los encontraron.
La Policía Bonaerense, con apoyo de la Local, el Grupo GAD y el UTOI irrumpieron en las viviendas y las requisaron. El resultado fue positivo, hallando en dos de los lugares sindicados 116 estufas y 20 caloventores de la marca “Star Track”, además de teléfonos celulares que podrían servir en el marco de la causa.
Los dos detenidos por el hecho quedaron alojados en la Seccional del barrio Iapi, de Bernal Oeste. La Fiscalía Nº 7 de Quilmes, que dirige Ximena Santoro, los imputó por los delitos de “robo agravado por el uso de arma en poblado y en banda”.
Fuente: Perspectiva Sur