El dinero del préstamo nunca se acreditaba en las cuentas bancarias de los interesados, ardid que les habría permitido a los estafadores alzarse un botín de unos 2 millones de pesos mensuales.
Las víctimas, que esperaban recibir esos créditos de entre 40 y 70.000 pesos para cubrir deudas, comprar un bien, pagar un viaje, una fiesta o, incluso, una operación, se cuentan por cientos.
La banda, conocida como “Los operadores”, fue desbaratada tras una investigación encarada por el fiscal del Departamento Judicial de Trenque Lauquen Juan Martín Garriz. Fueron así aprehendidos 37 sospechosos al cabo de varios operativos.
“Captaban a los interesados a través de redes sociales o publicidades de supuestas empresas crediticias”, explicó un detective. Una calificada fuente judicial dijo que los nombres de las supuestas financieras, que en realidad no existían, eran Crédito Hoy, Crédito Comercial y Universal Company, entre otros.
La investigación se inició en noviembre de 2018 luego de que varias personas residentes en las ciudades de Vicente Casares, Trenque Lauquen, Pehuajó y Henderson, entre otras del interior bonaerense, denunciaron haber sido estafadas tras haber solicitado y acordado un préstamo personal.
El modus operandi, agregaron las fuentes consultadas, consistía en la oferta de créditos a tasas muy bajas y casi sin requisitos; para ello solicitaban un depósito previo en concepto de “gastos administrativos” cuyo monto podía variar entre 3000 y hasta 15.000 pesos.
“Usaban la necesidad de la gente que necesitaba efectivo, pero antes de enviárselo les pedían dinero por gastos o por un presunto seguro. Calculamos que mediante estas estafas recaudaban un promedio de dos millones de pesos por mes”, sostuvo un jefe policial.
Los operativos en Moreno y en Quilmes fueron coordinados por detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Trenque Lauquen.
“El número de víctimas es incalculable. Caían en la trampa porque les ofrecían tasas muy convenientes. Las supuestas financieras ofrecían préstamos de 40.000, 70.000 y 100.000 pesos”, explicó un detective judicial.
En los allanamientos, además de desmantelar las oficinas desde donde hacían las llamadas, la policía bonaerense secuestró teléfonos celulares, dinero en efectivo, computadoras, anotaciones de importancia para la causa, un auto computadoras, tarjetas de débitos y cajas con auriculares.
El expediente está caratulado como organización ilícita y estafas reiteradas.