El fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodgate, fue suspendido en su cargo por una causa de lesa humanidad en la que está denunciado.
La decisión fue tomada por el jury de enjuiciamiento por 5 a 4. A partir de que el jefe de los fiscales sea notificado quedará automáticamente suspendido en el cargo y ya no tiene posibilidades de renunciar, sino que debe llegar al juicio oral. Además, el 40 por ciento de su sueldo será embargado.
La causa por la que está denunciado Nieva Woodgate es por el caso de Ángel Georgiadis, un dirigente montonero que fue detenido en 1975 y murió al poco tiempo tras una serie de torturas a las que fue sometido. En principio fue preso porque la Policía de aquel año, previa a la dictadura militar, lo paró y, revisarle el auto, encontró en el rodado panfletos de la organización. Lo encerraron en el penal de Devoto, y ahí quedó hasta finales de ese año, cuando lo mudaron a la Unidad 9, en La Plata, donde estuvo más tiempo todavía.
En diciembre de 1976 hubo en ese centro de detención una requisa brutal, que derivó en una clasificación de los presos entre jefes y bases, de Montoneros y del ERP. Fue la antesala de las ejecuciones. Georgiadis fue trasladado al Regimiento de Infantería Nº 7 para ser supuestamente interrogado. No fue un mero acto de las Fuerzas Armadas: habría mediado un aval judicial para llevarlo al establecimiento militar, y ahí, a los pocos días, lo mataron.
Según reconstruyó la Comisión Bicameral de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios de la provincia de Buenos Aires, el juez que habría permitido el traslado fue Federico Nieva Woodgate. Así lo contó una investigación del diario Página 12. El reemplazo del fiscal general de Morón lo dispone el procurador general de la Suprema Corte, Julio Conte Grand, quien puede elegir entre los adjuntos de Nieva Woodgate, Karina Iuzzolino o Alejandro Varela, u optar por cualquiera de los otros 50 fiscales de ese Departamento Judicial.
Fuente: primerplanoonline.com.ar