Tras pasar 49 días en Roma, ayer se presentó ante la justicia argentina Monseñor Gustavo Zanchetta; cumpliendo con el requerimiento judicial que lo obligaba volver a la misma ciudad en la que fue obispo durante cuatro años y donde dos seminaristas lo denunciaron por abuso sexual.
El pasado viernes 21 de junio, y a través de su resolución, el juez Parisi dispuso «autorizar provisoriamente al imputado Oscar Zanchetta a salir del país por un lapso de 49 días, desde el 21 de junio y hasta el 8 de agosto».
Las nuevas medidas restrictivas se solicitaron una vez que la fiscal constató la llegada del obispo a la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán. En esta oportunidad, se le ha retenido el pasaporte y se le pedido que todas las constancias del acta de presentación y de la retención del pasaporte autorizado por el Juez, se documente por escrito.
El 1 de julio pasado, la fiscal requirió juicio oral y público en la causa «Zanchetta Gustavo Oscar-Abuso sexual simple continuado agravado por ser cometido por un ministro de culto religioso reconocido», en perjuicio de dos víctimas.
Monseñor Zanchetta, exmiembro de la Diócesis de Quilmes, renunció como obispo de Orán alegando motivos de salud. La realidad de su renuncia es muy diferente. Según reveló la prensa argentina, antes de la propia renuncia la Santa Sede era conocedora de las denuncias contra el obispo por abuso sexual y de poder.
Ello no impidió que el papa Francisco le nombrara «asesor» en la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, APSA, un puesto creado para él en el departamento que supervisa los bienes raíces de la Santa Sede y otros activos importantes.