El Jurado de Enjuiciamiento admitió ayer la acusación promovida por la Procuración provincial contra el juez del Tribunal de Casación Penal y excamarista del Departamento Judicial Quilmes, Martín Manuel Ordoqui.
Se avaló con el voto del presidente Eduardo Julio Pettigiani, de los legisladores Sandra Paris y Julio Marcelo Dileo (de Cambiemos) y de los conjueces abogados Fulvio Germán Santarelli y Ricardo Arturo Fabris (de San Isidro). Votó en disidencia el legislador Mariano Pinedo (de Unidad Ciudadana). Faltaron los legisladores Sergio Berni (Unidad Ciudadana) y Guillermo Castello y los conjueces Juan Emilio Spinelli (de Necochea) y Alicia Cristina Racig y Aníbal Juan Mathis (de San Isidro).
El magistrado, que estaba suspendido preventivamente en el ejercicio del cargo, ya no puede renunciar para eludir el juicio político y su suspensión queda confirmada hasta el final del proceso que debe destituirlo.
El doctor Ordoqui, juez del Tribunal de Casación Penal bonaerense, favoreció ilegalmente a varios delincuentes peligrosos, entre ellos se mencionó algunos relacionados con el exjuez platense, César Melazo.
En los fundamentos se indica que “usó su cargo para influir solapadamente sobre sus pares para que redujeran penas y para conseguir excarcelaciones. También filtró, según le imputó la Suprema Corte provincial, información reservada para facilitar la estrategia procesal de los reos”.
“Se involucró personalmente en la gestión de las causas de sus favorecidos y les dio asesoramiento jurídico. Llegó al punto de redactar y corregir escritos que debían luego presentar los defensores de los delincuentes y que él debería más tarde proveer.
Ordoqui recomendaba a los presos que se hicieran representar por abogados conocidos por él, que ya estaban acostumbrados a sus métodos”.
Según el jurado de enjuiciamiento, Ordoqui “…adelantaba el contenido de las resoluciones a los beneficiarios, porque estaba decidido de antemano. Se asoció ilícitamente con un grupo de personas para vender libertad a los delincuentes que pudieran pagarla, mediante los servicios de asesoramiento, redacción, decisión favorable e influencia sobre otros jueces ajenos a la maniobra. El doctor Ordoqui era convincente, podía camuflar sus objetivos con opiniones jurídicas”.
Asimismo está investigado penalmente por asociación ilícita, tráfico de influencias agravado y cohecho pasivo.
El magistrado está imputado penalmente pero no fue detenido por poseer fueros como juez.
El juez tiene tres denuncias en su contra, dos de ellas también provenientes del procurador Conte Grand, quien consideró que el camarista “habría incurrido en conductas de extrema gravedad que menoscaban el normal y adecuado funcionamiento de suministro de Administración de Justicia”.