Familiares y amigos de Graciela Porcella continúan en su cruzada para el esclarecimiento de su muerte, sucedida luego de una intervención por una hernia de disco en el Sanatorio Solano.
Matías, hijo de la víctima, comentó al respecto: “durante una hora pedimos hablar con responsables de la clínica o cirujanos para pedirles explicaciones de lo que pasó pero no aparecía nadie nadie”.
Agregó: “después de un tiempo nos recibió el director de la clínica o al menos así se presentó. Nos explicó a su entender lo que había pasado en la operación, que fue lo mismo que nos dijo el cirujano en su momento, que mi mamá era una persona que tenía una arteria en un lugar donde no la debía tener, que era una entre 10.000 personas, que por eso la cortaron sin saber”.
Señalaron también que es probable que en los próximos días organicen una movilización hasta el Hospital El Cruce, donde afirman que continúa trabajando el mismo cirujano que operó a Porcella.
Cabe recordar que el caso comenzó cuando Porcella sufrió un accidente en moto y comenzó a sentir dolores debido a una molestia en el nervio ciático. Empezó a tratarse por este tema en el sanatorio y el médico que llevaba su caso le recomendó operarse, debido a que esa molestia “le podía genera problemas de motricidad más adelante”, según narraron los familiares.
Alejandro, marido de la víctima, describió al respecto que “ella ingresó el jueves a las 9.30 al quirófano, pasaron 4 horas y me preocupé porque dijeron que era una operación que no demoraba mucho. Cuando fui a preguntar me dijeron que le bajó la presión, ella había sufrido con eso alguna vez; también me dijeron que iba a estar en Terapia Intensiva 24 horas”.
Continuó: “al otro día me dicen que le iban a abrir el abdomen porque tenía un sangrado interno y debían encontrarlo, que era un manotazo de ahogado porque la situación era compleja, entonces me hicieron firmar unos papeles. Me dijeron que esa operación fue un éxito, que encontraron el sangrado, eso fue a las 20 del viernes; luego me dice la jefa de Terapia que ella no tenía chances de sobrevivir porque tenía muchos órganos sin funcionar, por eso no entendía nada entonces. Luego de esa noche yo pude verla y la vi muy mal, cada tres o cuatro horas me daban informes cada vez peores y finalmente falleció”.
La denuncia fue radicada en la comisaría Quilmes 4ª de Solano y luego del deceso “se hizo la autopsia, que salió que le cortaron un vaso sanguíneo. Eso no me lo dijeron los médicos. Las autoridades de la clínica en ningún momento me dieron otra explicación ni aparecieron”, finalizaron.