El mecánico que se encontraba prófugo por haber incendiado la casa de su ex pareja se internó por motus propio en una clínica psiquiátrica de Quilmes, una decisión que la víctima del ataque, Marina Madonia, puso en tela de juicio al deslizar que podría tratarse de “una estrategia judicial” para eludir su responsabilidad en los hechos.
El domingo pasado, el agresor -con quien mantuvo una relación de 5 años- le incendió su vivienda de Quilmes y le robó el perro de su hijo, una agresión que Madonia adjudicó a la negativa que impuso ante los insistentes y acosadores pedidos para que volviera con él.
Tras ese hecho, que cobró una alta repercusión mediática, el sujeto se mantuvo prófugo hasta este jueves, cuando se supo que este había ingresado a la Clínica Privada Abrines, un centro de salud mental ubicado en la intersección de las calles Acha y Benito Pérez Galdós, en Quilmes Oeste.
“Cuando nos enteramos, mandamos un patrullero y constatamos que el dato era verdadero. Creemos que su coartada es hacerse pasar por loco”, aseguró Madonia.
Mientras tanto, aún no se resolvió la situación procesal del imputado. Tras la negativa al pedido de eximición de prisión, el abogado defensor apeló la resolución y se aguarda una resolución de la Cámara de Apelaciones de Quilmes.
El caso es investigado por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 5 de Quilmes, a cargo del fiscal Jorge Saizar, quien ordenó una restricción perimetral de acercamiento tanto hacia la víctima como su hijo, quienes, además, cuentan con custodia y botón antipánico.
Fuente: Diario Popular