Mauricio Macri aseguró que “los postulados de memoria, verdad y justicia siguen perdurando como políticas de Estado”. Además, destacó que la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 1979 “permitió saber lo que estaba pasando en la Argentina”, al hablar en la Residencia de Olivos durante el acto por el 40 aniversario de esa visita realizada por la CIDH que investigó los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura militar.
“En nombre de todos los argentinos quiero agradecerles a todos los miembros del organismo por estar aquí. Quiero reconocer el enorme aporte que hizo la comisión para que los argentinos puedan volver a vivir en democracia”, manifestó.
“El informe marcó un hito en la difícil recuperación del Estado de derecho de la Argentina. El informe mostró lo que verdaderamente pasaba en el país y poder romper el silencio que se vivía producto del miedo”, aseguró.
“Hoy es una oportunidad para reflexionar sobre los esfuerzos que la Argentina ha hecho para consolidar su democracia, una democracia que ya casi tiene 37 años de manera sin interrupciones”, dijo.
“A los argentinos nos costó sanar viejas heridas pero aprendimos y nunca dudamos que la democracia es el mejor sistema que tenemos y es un compromiso de todos cuidarlo”, cerró.
El homenaje se llevó a cabo a las 15:30 en la Residencia Presidencial de Olivos y contará con la participación de integrantes del organismo de la Organización de Estados Americanos (OEA) y del secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, entre otros.
El acto recordó la histórica visita de la CIDH a la Argentina en plena dictadura militar, luego de recibir gran cantidad de denuncias sobre violaciones a los derechos humanos.
Los representantes del organismo permanecieron dos semanas en el país y en esos días recorrieron centros clandestinos de detención y cárceles en varias provincias, así como también mantuvieron reuniones con el dictador Jorge Rafael Videla, entidades de derechos humanos y empresarios, entre otros.
Asimismo, recibieron un total de 5.580 denuncias de secuestros y desapariciones, que sirvieron para visibilizar a nivel internacional los delitos de lesa humanidad que se cometían en la Argentina.