La etapa de producción de prueba testimonial en el juicio que se sigue a los hermanos Pablo y Damián Rubio acusados del homicidio de un joven en San Francisco Solano años atrás finalizó ayer con los dichos de uno de los imputados que solicitó a su defensor y al Tribunal Oral 4 poder declarar.
Pablo Rubio insistió en la postura de que “fue un forcejeo y que el disparó se escapó” como que el arma la tenía la víctima.
Los hermanos Damián y Pablo Rubio están sentados en el banquillo de los acusados, a ambos se les imputa el asesinato de un joven en la plaza Yapeyú, sita en 844 y 891 de esa localidad.
El hecho ocurrió hace casi 10 años atrás, al momento del crimen se lo vinculó a una interna política del peronismo.
La víctima, Braian Barrionuevo tenía 19 años, el 10 de febrero de 2010, recibió un disparo en la nuca que le provocó la muerte, mientras barría la plaza Yapeyú (ubicada en la calle 844 y 891).
Desde un primer momento, se señaló a uno de los hermanos Rubio como el autor del disparo que terminó con la vida de Barrionuevo; pero los jueces del Tribunal Oral 4 intentan determinar que fue lo que aconteció; sin embargo a lo largo de las audiencias de producción de prueba tomó fuerza la versión de que se trataría de un forcejeo entre el fallecido y el joven Pablo Rubio que compareció ayer.
Los jueces Alberto Ojeda, Mario Caputo y Fernando Celesia; del Oral 4 seguirán en las próximas horas con los alegatos y pedidos de pena de las partes en el proceso.