Dos delincuentes fueron detenidos y uno permanece prófugo como resultado de una cinematográfica persecución policial que se extendió por más de 30 cuadras en la localidad quilmeña de San Francisco Solano. La banda se dedicaba a cometer robos bajo la modalidad “rompe puertas” pero también harían “entraderas”.
Todo comenzó cuando en la madrugada de este martes un móvil del Comando de Patrullas Quilmes Oeste, que recorría la zona en tareas preventivas, detectó la circulación sospechosa de una camioneta Volkswagen Amarok en el cruce de las calles 850 y 893. Allí los efectivos comenzaron el seguimiento de la misma y solicitaron al conductor que se detuviera para un control.
Lejos de acceder a ello, el rodado emprendió la fuga a toda velocidad, generándose así una persecución a la que se fueron acoplando otros patrulleros en apoyo, por más de 30 cuadras. Al llegar al cruce de las calles 838 y 879, la camioneta chocó con un masetero y los tres malvivientes descendieron para continuar el escape a la carrera.
Los numerarios de la Bonaerense lograron alcanzar al primero sobre la calle 838 entre 878 y 879 -de 32 años y domiciliado en el partido de Florencio Varela-, al que redujeron luego de un difícil forcejeo. A los pocos metros uniformados de apoyo capturaron al segundo –de 46 años y domiciliado en Berazategui-, en tanto que el último consiguió escabullirse hasta la Amarok y continuar la fuga en dirección a Varela.
Finalmente, el hampón consiguió escapar y dejó abandonado el rodado cerca de la esquina de las calles Victoriano Montes y De La Plaza. Del interior del vehículo la Policía incautó una pistola calibre 9 milímetros con cargador y municiones, tres barretas y una gran maza.
Por los objetos secuestrados, que quedaron a disposición de la UFIJ Nº 3 de Quilmes, el gabinete de la Comisaría Cuarta de Solano, que conduce el comisario Ricardo Ruiz, estimó que los detenidos integrarían una banda dedicada al robo de casas.
De momento se encuentran abocados a la identificación de víctimas de los facinerosos, así como también del secuaz prófugo. Mientras tanto, la causa se caratuló como “atentado y resistencia a la autoridad, encubrimiento agravado por el ánimo de lucro y tenencia ilegal de arma y munición de guerra”.