Un expolicía condenado a 12 años de prisión por matar a su pareja y a un amigo de ella en Quilmes saldrá en libertad el jueves 16 de enero. La razón es que cuando se le aplicó la pena, en 2012, no existía la figura de femicidio.
Otro dato permite explicar también la indignación y el medio de la familia de Florencia Albornoz, la víctima. Miguel Ágel Mazo originalmente fue condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 Quilmes a 18 años de prisión, por homicidio con emoción violenta. Pero el Tribunal de Casación Penal bonaerense redujo la pena en 6 años.
Florencia y su asesino comenzaron a vivir tiempo antes del crimen en un departamento frente a la cancha de Quilmes. Rápidamente, la víctima comenzó a confesarles a sus familiares situaciones violentas que vivía de parte de su pareja, por entonces efectivo de la Policía Bonaerense.
Las terribles situaciones de violencia vividas por Albornoz incluyeron un aborto que le obligó a realizar Mazo y el disparo que este le efectuó al hijo de otro matrimonio de ella.
El 17 de enero de 2010, Mazo vio entrar a Florencia junto a un amigo en una nueva casa que ella había alquilado para alejarse del policía, aunque él no la dejaba tranquila y continuaban viéndose.
Mazo ingresó después en la casa y mató de dos disparos al amigo de Florencia y de uno a ella.
Dos años más tarde fue enjuiciado en los Tribunales de Quilmes y condenado a 18 años de prisión. Casación, más tarde, le redujo la pena a 12 años.
Este jueves 16 de enero Miguel Ángel Mazo saldrá caminando del penal en donde está alojado recuperando su libertad absoluta. Al otro día se cumplirán 10 años del doble crimen que cometió y que terminó con la vida de la madre de su hijo y de un amigo de ella.