El Juez de Garantías de Florencio Varela, Diego Agüero, decretó la prisión preventiva del gendarme acusado de abusar sexualmente de tres niñas que se encontraban bajo su cuidado, que convivían en la misma vivienda y que resultaban integrantes de la familia.
La Fiscalía 8 de Florencio Varela, temática en delitos sexuales y desde fines del año pasado conducida por el fiscal Alejandro Ruggeri, ha cambiado drásticamente el criterio que tenía esa fiscalía para requerir detenciones, situación reflejada en las estadísticas oficiales y éste no fue el caso de excepción, ya que en su oportunidad pidió la detención del Gendarme y luego lo imputó de otros hechos que cargaba en su prontuario gozando del principio de libertad frente al proceso.
La combinación del nuevo fiscal encargado de las investigaciones de delitos sexuales en Florencio Varela y el Juez tildado de “feminista”, que mantiene la detención de diez jóvenes conocidos por abusar de una niña en manada, decidió decretar la prisión preventiva del Gendarme y enviar una comunicación formal a la Gendarmería Nacional Argentina, ya que el acusado, al momento de ser detenido, se encontraba prestando servicio activo para un escalafón de la fuerza de seguridad nacional.
El hecho que lo llevó a la detención ocurrió el pasado 14 de enero de 2020 en una vivienda de Ingeniero Allan de Florencio Varela, cuando fue descubierto por el padre de la menor (7 años), en el momento que el gendarme abusaba de la niña en la cama que compartían con las hermanitas.
En ese momento el padre de la niña casi lo “lincha”, el acusado intentó fugarse del lugar, pero intervino de inmediato personal de la comisaría sexta de Florencio Varela y logró aprehender al hombre que antes había sido acusado por otra familia de abusar de una niña de tres años, en el mismo barrio.
Al acumularse todos los hechos y determinarse las múltiples víctimas, gracias a las declaraciones en cámara Gesell de las niñas y los informes de peritos que aseguraron que las niñas podían expresar los hechos en palabras, el Gendarme enfrentará una elevada pena que lo llevará a vivir, por más de treinta años, en caso de ser condenado, a prisión y en caso de ser exonerado de la fuerza podría perder todos los beneficios previsionales.