Las Madres del Amparo emitieron un comunicado al conmemorarse esta semana el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer; en el mismo refieren a la burocracia de la que son cautivos los familiares de pacientes oncológicos en la Provincia. Vale destacar que un grupo de madres lleva adelante una lucha digna de resaltar, se organizaron en grupos de Facebook y otras plataformas de comunicación y se ayudan entre sí. Esa es su tarea, orientar a pacientes y familiares ante la burocracia de las que son “presas” por parte de la obra social Ioma. No se quedaron en la queja, desde hace más de un año y medio todas las denuncias que colectan, guían a las familias, articulan en algunas acciones con la Defensoría del Pueblo y dan celeridad en los trámites.
El texto dice lo siguiente: “…se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer, y desde este espacio no podemos dejar de hacer algunas consideraciones sobre el tema, ya que las familias de afiliados en tratamiento oncológico son quienes con mayor frecuencia recurren a este grupo en busca de ayuda. En la actualidad, hay muchos tipos de cáncer que pueden ser curados, siempre y cuando se reúnan dos condiciones: la primera, su detección temprana (atención oportuna); la segunda –y es aquí donde queremos detenernos-, que el paciente reciba el tratamiento adecuado.
Cuando la medicación indicada es de las consideradas de “alto costo”, o no se encuentra nomenclada, ahí comienza la segunda batalla, no contra el cáncer, sino contra la obra social. Muchas veces, es más dura ésta última.
Es que desde el Instituto de Obra Médico Asistencial (#IOMA), han perfeccionado un sistema perverso sostenido hace décadas por el cual INCUMPLEN CUMPLIENDO –parcialmente- con sus obligaciones.
Veamos algunos ejemplos:
▶ Autoriza pero demora meses en hacer efectiva la provisión: 20 días promedio se toman las delegaciones en ingresar el trámite al sistema, un mes hasta que llega a la sede central (existe una única camioneta para su traslado que recorre las delegaciones y subdelegaciones una vez por semana). Ya en la ciudad de La Plata, pasará al sector de auditoría médica (20 días), y en un paso siguiente el trámite será puesto a decisión del Honorable Directorio (20 días). Finalmente el pase al área de Compras y Suministros, y dependiendo de la medicación será por compra directa, o proceso de licitación (otros 20 días para que las droguerías oferten). Designada la droguería y el número de requerimiento, una semana más llevará concretar la entrega, que puede ser en el domicilio del afiliado, o en una farmacia que debería ser cercana, aunque tenemos registrados casos de medicación que debe retirarse hasta 50 km. de distancia del domicilio.
Lo relatado, será para una única dosis o ciclo, aún autorizado el tratamiento completo. Se exige mes a mes la presentación de una nueva receta actualizada (renovaciones del trámite inicial) que recorrerán una vez más todas las instancias administrativas anteriormente mencionadas. Esto último persigue un único fin: provocar interrupciones que conllevan al agravamiento de los cuadros de salud. La medicación no llega en el tiempo oportuno aún presentando las recetas con exagerada antelación (y esto último cuando el empleado de la Delegación así lo permite).
El cáncer no espera los tiempos del #IOMA y el acceso a la medicación no se verifica en la oportunidad necesaria, ¿Cuánto avanza la enfermedad desde la INDICACIÓN médica y la efectiva disponibilidad del tratamiento para el afiliado?
▶ No rechaza pero sugiere opciones más económicas porque lo solicitado “no se encuentra en los convenios vigentes”. Muchas veces son alternativas que nada tienen que ver con el tratamiento indicado por el médico tratante. El ejemplo más común es ofrecer quimioterapia convencional y lo que se solicita es inmunoterapia.
La inmunoterapia estimula al propio sistema inmune (defensas del organismo) a reconocer y destruir células cancerígenas.
Es menos agresiva que la quimioterapia, más dirigida al foco tumoral. Estos tratamientos han mejorado la supervivencia en tumores de muy mal pronóstico y se han convertido en una de las grandes revoluciones de la década en la lucha contra el cáncer.
▶ No rechaza y dilatan la instancia administrativa requiriendo ampliaciones de Historia Clínica, justificaciones, y estudios médicos. Estas reconsideraciones que sugieren lo único que persiguen es extender los plazos a favor del #IOMA y agravar cuadros de salud en casos en los que verdaderamente peligra la vida.
Todo, para luego rechazar en una segunda auditoría, bajo los mismos fundamentos. Aún con esta negativa, el trámite queda a decisión del Honorable Directorio, que siempre confirma el dictamen, se justifican en que quién se expidió preliminarmente es un médico y lo hizo en base a los convenios del Instituto.
Un mecanismo instalado, ideado y sostenido para evitar en lo inmediato el inicio de la acción judicial porque el afiliado tiene la creencia de que sin la negativa expresa no puede recurrir a la justicia. Resultando un “negocio” para el #IOMA ya que en la gran mayoría de los casos se desiste del reclamo, por desconocimiento de derechos o por carecer de recursos.
Contamos con dictámenes que carecen de firma del médico auditor, que cuestionan la indicación del médico de cabecera, y hasta les advierten: no deben prescribir medicación para la que #IOMA no ofrece cobertura.
La falta de convenios para la adquisición y dispensa de medicamentos de alto costo, impone que #IOMA los cotice y compre en cada trámite, en lugar de contar con un acuerdo con los proveedores que correspondan, con valores pactados y tiempos previstos para la dispensa. En todos los casos, se trata de medicación disponible en nuestro país, autorizada por la ANMAT y comercializada por laboratorios de origen nacional y multinacional, por lo que sólo deberían transitar el camino droguería – farmacia – afiliado.
Estos son sólo algunos de los obstáculos que nos encontramos a la hora de bregar por los tratamientos de los pacientes oncológicos. Exigimos un sistema ágil, la remoción de los excesos formales y de tiempo, que no sea necesario exhibir las imágenes de nuestros seres queridos para implorar la buena voluntad de los funcionarios designados para “velar” por nuestra salud, porque es nuestro derecho y no una “dádiva” de la autoridad de turno”; finaliza el texto.