En casi dos meses, Alberto Fernández ha virado el rumbo de la política en derechos humanos y de cara al Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, anunció que prepara un proyecto para castigar a quienes públicamente nieguen los crímenes de lesa humanidad.
El Presidente se reunió con organizaciones de derechos humanos en París y durante el encuentro, prometió impulsar en Argentina una ley similar a la que existe desde los años ’90 en Francia, la cual contempla penas para quienes niegan el genocidio cometido durante la Segunda Guerra Mundial.
Horas más tarde, Estela de Carlotto adelantó que Abuelas de Plaza de Mayo presentará un proyecto en ese sentido. “Abuelas ya presentó en su momento un proyecto contra el negacionismo”, recordó, y completó: “Vamos a presentarlo para que lo tengan en cuenta, se ahorren tiempo o compartamos el texto”.
La ley francesa, conocida como Ley Gayssot por el diputado que la propuso, también permite sanciones a quienes cuestionan la cantidad de víctimas, o incluso a los que pregonan un discurso xenófobo. “La idea es que la norma francesa pueda usarse de base”, dijo Sophie Thonon, activista de derechos humanos.
La jurista afirmó que “el pedido se fundamenta en el hecho de que Argentina firmó el Tratado de Roma”, refiriéndose al acuerdo internacional por el que se creó la Corte Penal Internacional para juzgar crímenes de lesa humanidad, y que establece la obligación del cumplimiento efectivo y completo de la condena.
En la reunión también estuvo presente Marcela Losardo, ministra de Justicia de la Nación, a quien Alberto instruyó para que analizara el tema y lo instrumentara con rapidez. María Laura Stirnemann, una de las fundadoras de H.I.J.O.S exiliada en Francia contrastó: “Venimos de un presidente que nunca festejó ni siquiera la aparición de un nieto”.