“El juicio por jurados está avanzando con firmeza en todo el país, muchas provincias ya lo han implementado”, dijo el doctor Alejandro Cascio, camarista del Departamento Judicial Quilmes; miembro de la Asociación Argentina de Juicios por Jurados y del Inecip. El docente estuvo en el programa Derecho y Realidad que se emite todos los miércoles de 19 a 20 por la RK FM 91.5 de Quilmes con la conducción de David Rosende.
Desde 2015 en la provincia de Buenos Aires se celebran juicios por jurados en los departamentos judiciales de la Provincia. El año pasado se llevó adelante una simulación de esta forma de litigación abierta al público que contó con muy buena aceptación de la sociedad: “fue una experiencia muy positiva, en Córdoba funciona desde 2004 con una modalidad diferente al nuestro, que es un jurado lego, 12 personas que no conocen ni están contaminados del procedimiento judicial”.
Más adelante agregó que “el que decide en una instancia del proceso es el imputado, que exprese su voluntad; es optativo para el procesado, al menos en la provincia de Buenos Aires. El juicio por jurados era una deuda pendiente que se empezó a saldar en 2015, creo que se democratiza la justicia, se acorta la brecha entre la ciudadanía y el Poder Judicial, hay participación de los vecinos que le dan transparencia y dan un rol activo a la ciudadanía. El único requisito que se solicita es saber leer y escribir, se aplica el sentido común al momento de la deliberación para pronunciarse con respecto a un fallo de culpable o no culpable, la discusión es muy rica”.
“Puntualmente tenemos lo que se transmite oralmente en el juicio, la prueba que se produce allí en ese momento ante doce ciudadanos; en la modalidad de jurados el fiscal tiene una sola oportunidad que es en el desarrollo del debate; los jurados son sorteados del padrón electoral, 48 personas son sorteadas, luego se seleccionan 12 y 6 suplentes. El promedio de duración de cada proceso es de dos días, debe haber equidad de género, 6 hombres y 6 mujeres. Hay una audiencia pública donde los jurados responden a consultas de las partes y a partir de ello se seleccionan para lograr un cuerpo que sea lo más imparcial posible al momento de administrar justicia”, indicó el doctor Alejandro Cascio.
Otro de los desafíos en los juicios por jurados son aquellos casos en los que se ha generado impacto en la opinión pública: “el ejemplo más claro, el del femicidio del empresario Farre -condenado a perpetua por el femicidio de su esposa Claudia Schaefer en el country Martindale de Pilar en 2015-; ahi los jurados se pronunciaron por el sentido común y la prueba sustanciada en las audiencias”.
El proceso en si
“No hay expediente, por lo tanto lo que se ventila en las audiencias es lo relevante al momento de la valoración en lo que dirá cada uno de esos doce ciudadanos. El juicio por jurados democratiza la justicia y legitima decisiones en todos los aspectos, son todos beneficios, muestra a la ciudadania y a la sociedad un sistema de enjuiciamiento que tiene más control, un contralor horizontal, donde un jurado popular es el que administra la decisión con su propia percepción, con un lenguaje claro y sin tecnicismos”.
“En la Provincia no hubo juicios estancados, es decir que los jurados no llegaron a un pronunciamiento por no colectar los votos necesarios. Las estadísticas marcan que hay un 70% de culpables y 30% de no culpables; en el primer caso se hace un juicio de cesura donde ya no participa el jurado y el juez técnico da el monto de la sanción aplicable; en el segundo el encartado recupera la libertad en caso de corresponder”, finalizó el doctor Cascio.