Con la declaración de peritos continuó el juicio a Marcos Bazán acusado por el crimen de Anahí Benítez, secuestrada, violada, asesinada, y enterrada en la Reserva Santa Catalina, en julio de 2017. “Por la sensibilidad que le generan los testimonios del día de la fecha no estará presente Silvia”, expresó al inicio de la jornada el abogado que representa a la familia de la víctima, Guillermo Bernard Krizan, y el pedido fue aceptado por el Tribunal Oral en lo Criminal 7 y la defensa del acusado.
En la jornada de ayer, se escuchó a los médicos y peritos del Poder Judicial de Lomas de Zamora, que tuvieron actuación en las horas posteriores a la aparición del cadáver de la joven estudiante del colegio ENAM.
La primera testigo citada fue María Cecilia Olcese, directora del Laboratorio de Toxicología, quien explicó que recibió como elementos para ser peritado un morral que contenía jeringas, medicamentos de uso gástricos, clonazepam y analgésicos. Además, de muestras de sangre, pelo, contenido estomacal, y muestra de comida.
En todos los casos, el fiscal Hugo Carrión, indagó a los testigos sobre “la aparición de droga como diazepam” en el cuerpo de la víctima y sobre los efectos de la misma. En el caso de Olcese, señaló que “se encontró diazepam junto con el contenido estomacal y en sangre”.
“La comida era arroz y el contenido estomacal daba la impresión de ser arroz”, explicó la bioquímica, y explicó que la droga, “pudo haber sido incorporada junto con el alimento”.
Otro de los testigos fue Fernando Cardini, especialista en toxicología y técnica forense. Tras detallar para qué se utiliza el diazepam, indicó que según su informe “había consumo de drogas con ingesta de algunas horas”. Sin embargo, sostuvo que “ni el diazepam ni el naftaleno, hallado en el cuerpo de la víctima, se puede asociar a la causa de muerte”.
A su vez, Cardini contó que sugirió a la fiscalía, que se realizara una muestra de la madera del galpón donde el perro Bruno indicó que estuvo cautiva la joven para saber el tiempo que debió estar allí para estar expuesta al naftaleno pero que, finalmente, “no se realizó”. “No se pudo especificar la cantidad de la sustancia” aseguró.
Por su parte, Ludmila Silveti, especialista en anatomía patológica, manifestó que analizó muestras de piezas de la laringe, piel y pulmones. “Llamó la atención la cantidad de hemorragias en pulmones y mejillas” y, advirtió, que “la causa de muerte corresponde a una comprensión antebraquial”.
En tanto, Héctor César Rosetti, quién realizó la autopsia al cuerpo de Anahí concluyó que, el origen de la muerte “es de tipo traumático correspondiente a una asfixia”. “El cuerpo presentaba varios hematomas y varios golpes”, indicó Rosetti.
El médico forense reveló que le resultó “llamativo” que “el cuerpo presentaba resto de tierra seca, con vegetación, pero no se observó sangre en el corte que presentaba en la cara”.
Otro testimonio trascendente en la jornada de este miércoles fue el de Julio César Julián, médico legista de la dirección de homicidio de la Provincia, quien confirmó que la causa de muerte fue por “Asfixia antebraquial, y la data es de 22 horas, aproximadamente”.
“Se observó diazepam en el estomago, en el resto de alimento. También se encontró PSA positivo –indicador de que hay líquido seminal- en la región anal”, relató.
Fuente: Diario Conurbano