El presidente Alberto Fernández acordó con los gobernadores la definición del endurecimiento del aislamiento a fin de prevenir el avance de la pandemia. Se busca evitar la saturación del sistema de salud para entrar al otoño con la menor cantidad de casos posibles. Las Policías locales tendrán el control. La medida rige desde hoy.
Tras la reunión con los gobernadores, el Presidente Alberto Fernández determinó el aislamiento absoluto de toda la población en el marco de la crisis por el coronavirus. El encuentro comenzó pasadas las 17 y se espera la palabra del mandatario nacional una vez finalizado el cónclave.
La iniciativa tiene como objetivo maximizar las medidas que eviten la propagación de la pandemia. Así, se endurecerían las medidas de aislamiento permitiendo la circulación únicamente de quienes trabajan en servicios esenciales. El objetivo es evitar la saturación del sistema de salud para lograr entrar al otoño, cuando disminuyen las temperaturas y se espera el pico de casos, con la menor cantidad de infectados posibles.
En ese sentido, el Presidente se reunió ayer con representantes de los distintos bloques del Congreso. Hasta el momento, el virus de origen chino suma 97 infectados en todo el país, tres muertos, mientras que en el mundo contabiliza 8.000 muertes y más de 200.000 contagios.
En la reunión con los mandatarios provinciales se terminó de definir la forma de acción y controles ya que las policías locales son las que quedarán a cargo de los mismos. Habrá penas para quienes incumplan la medida.
Mensaje
“Confío que no haya irresponsables que, en vez de estar cumpliendo la cuarentena, estén paseando por la costa. Vamos a ser muy severos con quienes no respeten el aislamiento que estamos planteando”, expresó el jefe de Estado al realizar el anuncio, en compañía de los gobernadores Axel Kicillof (Buenos Aires), Omar Perotti (Santa Fe), Gerardo Morales (Jujuy) y Horacio Rodríguez Larreta (Ciudad Autónoma).
La medida, un decreto de necesidad y urgencia, implica que las personas deberán quedarse en sus domicilios y podrán salir para hacer lo estrictamente necesario, como proveerse de alimentos y medicamentos. Habrá un control estricto de parte de las fuerzas de seguridad y armadas, que verificarán quiénes circulan por las calles, y el gobierno nacional se comprometió a garantizar el acceso a bienes esenciales.
“Es hora de que comprendamos que estamos cuidando la salud de los argentinos. Tenemos muchos días por delante para cuidarnos y una pelea que debemos dar como argentinos”, enfatizó el jefe de Estado, al tiempo que graficó que la idea es provocar el menor daño posible en la economía.
En otro orden, el Presidente precisó que el 31 de marzo será declarado feriado puente. Las situaciones permitidas serán ir a los supermercados, almacenes, farmacias, compras en negocios de cercanía como ferreterías y, por supuesto, a efectores de la salud. Sin embargo, Fernández enfatizó que “quienes no puedan explicar qué están haciendo en las calles se verán sometidos a las sanciones que el Código Penal prevé para los que violan las normas sanitarias para combatir una pandemia”.