Una vecina de 68 años que regresó en los últimos días de Estados Unidos acudió a una clínica privada de Quilmes Oeste, dado a que presentaba síntomas compatibles con coronavirus. Sin embargo se dio a la fuga, y debió ser buscada y llevada por la fuerza pública hacia el Hospital Iriarte de Quilmes para hacerse los exámenes pertinentes.
La mujer se presentó en el centro de salud en la tarde del lunes, dado que tenía fiebre, dolor de garganta y tos, síntomas compatibles con COVID-19. Había ingresado al país el pasado 7 de marzo, proveniente de Estados Unidos.
Tras ser atendida por los profesionales médicos, le indicaron que debía quedar internada, pero ella se negó a acatar la indicación y se retiró del sanatorio, desatando el alerta por presunto caso sospechoso de coronavirus. El personal del lugar dio aviso al gabinete de la Comisaría Tercera de Quilmes, a cargo del comisario Ricardo Reynoso, debió intervenir ante estas circunstancias de peligro para la salud pública.
Los uniformados se presentaron en el domicilio de la paciente, ubicado en un edificio de departamentos en pleno centro de Quilmes, junto a una ambulancia del SAME siguiendo los protocolos sanitarios. Tanto la mujer como su núcleo familiar, compuesto por el esposo y la hija, debieron ser trasladados hacia el Hospital Iriarte de Quilmes, a los fines de realizar los análisis de rigor.
Entre tanto, se dio intervención al Juzgado Federal en turno, que tomará medidas en caso de confirmarse si la mujer tenía en efecto coronavirus. Los resultados del examen estarían en los próximos tres días.
Fuente: Perspectiva Sur