La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), desde su Sala de Coordinación y Respuesta Oportuna e Integrada a la crisis relacionada con la pandemia del COVID-19, exige a los estados parte tomar medidas de carácter urgente para garantizar la salud y la integridad de la población mencionada, como así de sus familias.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato es promover la observancia y la defensa de los derechos humanos en la región. Ante la situación de emergencia sanitaria humanitaria, el organismo insta a los Estados reducir la sobrepoblación penitenciaria evaluando la posibilidad de otorgar medidas alternativas el encierro para de esa manera evitar la propagación del virus.
Asimismo, entiende que se trata de grupos en situación de vulnerabilidad como personas mayores, diabéticas, hipertensas, pacientes inmunosuprimidos, pacientes oncológicos, con enfermedades autoinmunes, insuficiencia cardíaca e insuficiencia renal crónica, entre otros.
Por otra parte, reitera a los Estados que toda persona privada de la libertad tiene derecho a recibir siempre un trato humano, con irrestricto respeto a su dignidad inherente, a sus derechos fundamentales, en especial a la vida e integridad personal, y a sus garantías fundamentales, como lo son el acceso a las garantías judiciales indispensables para proteger sus derechos y libertades.
La Comisión recuerda las recomendaciones del subcomité de las Naciones Unidas para la Prevención de la Tortura del pasado 25 de marzo, las cuales, entre otras medidas, recomienda a los Estados proceder con la debida urgencia para reducir el número de personas privadas de la libertad y, mediante una examinación de los casos, poner en libertad a las personas especialmente vulnerables al COVID-19.
Fuente: Palabras del Derecho