El fiscal federal Santiago Marquevich se opuso al pedido de la defensa de Eric Torales, el joven de 24 años de edad que fue a la fiesta de 15 de su prima cuando había llegado de los Estados Unidos el día anterior, tenía coronavirus COVID-19 y allí contagió a más de 20 personas, entre ellos su abuelo, quien recientemente falleció.
El muchachos había retornado el viernes 13, firmó una declaración jurada que lo obligaba a cumplir con el período de cuarentena dispuesto por protocolo por haber arribado desde un país con circulación del virus, pero al día siguiente fue a la mencionada fiesta en Moreno.
Marquevich se opuso al pedido realizado por el defensor oficial del joven, el abogado Guillermo Tiscornia, para que cese la prisión domiciliaria en la que se encuentra y el juez Néstor Barral, a cargo de la causa, avaló lo decidido por el fiscal y mantuvo esa condición para el imputado.
Además, fijó audiencia para el martes próximo 14 de abril, para que preste declaración por medios electrónicos ante las autoridades judiciales.
Los cargos en contra de Torales son infracciones a los artículos 202, 205 y 84 del Código Penal, y el primero de ellos estipula que “será reprimido con reclusión o prisión de tres a quince años, el que propagare una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas”, algo que cuadra al dedillo con lo hecho por Torales.
La imputación por violación al artículo 84 es a raíz de la muerte de su abuelo tras contraer COVID-19, contagiado por su nieto, y estipula que “será reprimido con prisión de uno a cinco años e inhabilitación especial, en su caso, por cinco a diez años el que por imprudencia, negligencia, impericia en su arte o profesión o inobservancia de los reglamentos o de los deberes a su cargo causare a otro la muerte. El mínimo de la pena se elevará a dos años si fueren más de una las víctimas fatales”. Como se observa, el muchacho está muy complicado.