El ministro de Salud, Ginés González García, admitió que una extensión de la pandemia en el Conurbano bonaerense puede ser algo “inmanejable” para el Gobierno. El funcionario hizo esta declaración en el marco de una reunión virtual que mantuvo con la Comisión de Salud del Senado.
«La magnitud del conurbano hace que le tengamos miedo, que sea inmanejable», reconoció González García. Y si bien dijo que se trataba de «dos universos diferentes», por el universo poblacional de cada distrito, el funcionario admitió que «claramente empieza a haber más casos» en la provincia de Buenos Aires que en la Capital.
«El drama es el gran Rosario, el gran Córdoba y el gran Buenos Aires, porque su principal problema es la magnitud del problema, y eso no es poco», sentenció González García.
En otro pasaje de su presentación, el funcionario se permitió disentir con los que sostienen que el pico de la pandemia en el país llegará a mediados del mes próximo. «Creo que va a venir más tarde», dijo.
No obstante, aclaró que «no se puede mantener una cuarentena eternamente» , tras lo cual dijo que empieza a trabajarse con las provincias para tratar de levantar de manera gradual el aislamiento social obligatorio. Al respecto, informó que en la evaluación se usarán varios parámetros, como el grado de circulación del virus, el criterio geográfico y el tipo de actividad económica.
Luego, agregó: «No hay ninguna receta, si esto se descontrola va a haber que volver a frenar».
Por otra parte, el ministro aseguró que de las 8500 plazas de terapia intensiva de todo el país «hay más de 4200 camas que están vacías», dispuestas para enfrentar el pico de la pandemia. El funcionario adjudicó esa tasa del 50% de disponibilidad a la suspensión de cirugías e intervenciones que no revisten el carácter de urgente y a la caída en la tasa de accidentes de tránsito provocada, precisamente, por la menor actividad como consecuencia de la cuarentena.