Lo que muchos presagiaban que podía suceder, ocurrió el fin de semana, las autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense confirmaron el primer detenido en el país con un diagnóstico confirmado de coronavirus.
El caso fue detectado en el área de Sanidad de la Unidad N°42 de Florencio Varela; aunque el interno purgaba su condena en la 23 del Complejo Carcelario de La Capilla.
El detenido, condenado a cadena perpetua por el delito de homicidio agravado por el vínculo, tiene 49 años y una afección renal crónica que lo obliga a realizarse tratamientos de diálisis semanalmente.
Las autoridades creen que el contagio ocurrió en un tratamiento en un hospital fuera de la cárcel, el Interzonal General de Agudos Presidente Perón, de Avellaneda.
Al interno; de procedencia oriental y del que Data Judicial se reserva sus datos filiatorios, a partir de un cuadro febril se le realizó un hisopado. Los resultados llegaron a las autoridades del SPB en la tarde noche del sábado donde confirmaron el positivo y desde entonces la fiscalía 9 como la ayudantía fiscal trabajaron toda la madrugada de ayer en los hechos.
El detenido quedó internado en el Presidente Perón. Diez penitenciarios y cinco presos que tuvieron contacto con él -cuatro de ellos que estaban en la sala de Sanidad de la Unidad N°42- quedaron aislados de manera preventiva, los agentes permanecen en sus casas.
Como el detenido que se ocupaba del mantenimiento y la higiene del sector de Sanidad es habitante del pabellón 12, las autoridades médicas realizaron un estudio individualizado con los 56 internos para ver si presentaban algún síntoma, y hasta el momento ninguno presentó fiebre.
Cabe destacar que la Unidad 42 instaló desde el inicio de la pandemia una cámara de asepsia en la que todos los agentes penitenciarios que cumplen funciones en contacto con la población carcelaria deben pasar por ahí, y al apretar una barra, les cae agua con lavandina desde un pulverizador para desinfectar el uniforme y pertenencias, para luego lavarse las manos con jabón, aplicarse alcohol en gel y colocarse el barbijo.
El infectado, cumple una condena a prisión perpetua. El Tribunal Penal 4 de San Martín lo condenó en 2015 por resultar autor penalmente responsable del delito de “homicidio calificado por el vínculo”.
En 2012, asfixió y asesinó a su hija de 8 años. Los investigadores aseguran que se trató de una venganza contra su expareja, la mamá de la niña, de quien acababa de separarse. Arakaki había pasado a buscar a su hija por la casa de su ex mujer. Luego, en remís, la llevó de regreso. La entregó sin vida.
Diez agentes que vuelven al trabajo
Por otra parte diez agentes penitenciarios de la Unidad 21 Campana, que cumplían una cuarentena preventiva en sus domicilios luego de que a un suboficial de ese penal le dio positivo el test de coronavirus, fueron dados de alta al certificarse que no fueron contagiados. Se trata de siete integrantes del SPB oriundos de San Pedro y tres de Campana, por lo que a partir de ahora se reincorparon a cumplir sus labores.
Respecto al suboficial afectado, se informó que se recupera favorablemente.