El 14 de abril, 25 días después de que se decretara la cuarentena obligatoria y, dos días más tarde de que el confinamiento se prolongara por primera vez, el empresario sanjuanino Sergio Vallejo Mini fue denunciado anónimamente por violar el aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto por Alberto Fernández.
Tras un mega operativo, personal policial de la división Leyes Especiales se presentó en la empresa Zonda Safety Gear, ubicada en Ruta 40 antes de Calle 5. Para su sorpresa, había alrededor de 30 personas, entre hombres y mujeres trabajando en un galpón sin carteles ni ventanas. Vallejo, que no pudo acreditar autorización de habilitación, aseguró que los operarios se encontraban fabricando elementos de higiene sanitaria, actividad exceptuada de la cuarentena obligatoria. Sin embargo, esto no pudo ser corroborado por los efectivos puesto que los empleados estaban fabricando camperas y pasamontañas en cantidades industriales.
Inmediatamente, el empresario quedó detenido por el delito de violación del Artículo 205 del Código Penal, que penaliza a quienes violan las medidas preventivas para “impedir la introducción o propagación de una epidemia”. La pena que puede ser aplicada va desde los seis meses a dos años de prisión.
Ayer, el propietario de Textil Zonda, fue sometido a un juicio oral. Los fiscales Ignacio Achem y Daniel Guillén, quienes representaron al Ministerio Público Fiscal, habían solicitado dos años de prisión en suspenso contra Vallejo Mini y la imposición de 80.000 pesos en concepto de costa y aplicación de reglas de conducta. Por parte de la defensa, los doctores Emiliano y Martín Turcumán solicitaron la absolución del empresario que, finalmente, fue condenado a un año y seis meses de prisión condicional, debiendo abonar la suma de 80.000 pesos.
Para el juez Federico Rodríguez, Vallejo Mini no solo fue culpable de romper el aislamiento social, preventivo y obligatorio (por no estar exceptuado de la libre circulación) sino que, además, fue responsable de poner en peligro la salud de sus empleados, al menos de los 30 operarios que se hallaban en el interior de la fábrica cuando se realizó el allanamiento de la policía.
Solo en la provincia de San Juan, Sergio Vallejo Mini es el tercer empresario del rubro textil que fue descubierto trabajando de manera ilegal. Los dos anteriores, según informaron medios locales fueron las empresas Soberano (con 21 personas en un salón) y Maxi Brant (con 15 trabajadores confeccionando prendas en un local).
En La Pampa, el jueves 23 de abril, seis policías violaron la cuarentena y organizaron un asado. Sucedió en Toay, una ciudad rural de poco más de 12 mil habitantes. Los uniformados fueron separados tras ser descubiertos por una patrulla. En Catamarca, detuvieron a cuatro policías por organizar una fiesta. La denuncia se produjo durante la madrugada del viernes, cuando los vecinos llamaron al comando radioeléctrico por ruidos molestos en una casa ubicada Sánchez Gardel al 100, de la capital provincia. Cuando el personal policial se acercó al sitio, se corroboró el alto volumen que salía de la vivienda. A diferencia de lo ocurrido en La Pampa, los policías catamarqueños -un oficial inspector, un oficial ayudante, un cabo primero y un agente- ofrecieron resistencia y terminaron arrestados.
Hasta el 25 de abril, de acuerdo a lo relevado por el Ministerio de Seguridad de la Nación, las fuerzas federales detectaron unas 60.632 personas infractoras de la cuarentena en todo el país y se secuestraron 3.876 vehículos.
Fuente: Infobae