Días atrás un hombre detenido e imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal accedió a un teléfono celular –gracias a una resolución judicial emitida el pasado 30 de marzo por el juez de Casación Víctor Violini–, desde el que buscó a su víctima en Facebook y luego le envió una catarata de mensajes pidiéndole disculpas.
Se trata de Mariano Hernán Cianis, denunciado en 2014 por una joven que en ese entonces tenía 17 años de edad y que lo denunció por haberla violado en reiteradas oportunidades. El imputado residía en la localidad de Villa Elisa, en el partido de La Plata, y fue detenido en 2016 tras una orden emitida desde el Juzgado de Garantías Nº 5 de La Plata, a cargo de Marcela Garmendia.
Cianis utilizó otro nombre, el seudónimo “Mariano del Río”, tal y como se hizo llamar en la mencionada red social. La víctima decidió hacer público el hecho y, horas más tarde, agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) allanaron la celda del abusador, en la Unidad Penal Nº 9 de Villa Elvira, le incautaron el móvil y agregaron cargos al expediente judicial que se le sigue.
Cabe recordar que Cianis se desempeñaba como funcionario judicial en Quilmes y ostentaba el cargo de oficial mayor en el SPB. De hecho, su entorno colaboró en su momento para que el acusado se mantuviera prófugo en Brasil y, luego de un intento de mandarle dinero, la Justicia siguió el rastro y fue allí cuando pudieron dar con él.
La víctima del abuso se comunicó con ANDigital y explicó las razones por las cuales decidió hacer público lo acontecido días atrás: “Lo hago porque es un violador, así como cualquier violador pude tener contacto con sus víctimas… ¿en qué mundo vivimos?”, se preguntó, indignada.
La mujer habló además de las interpretaciones que distintos jueces le están dando al amparo colectivo que permitió en las últimas horas el propio juez Violini, y por la que se conceden prisiones domiciliarias a distintos internos considerados población de riesgo, en el marco de la pandemia de COVID-19.
Al respecto enfatizó: “Están soltando violadores por todos lados y vuelven a su domicilio. Se supone que la víctima debe estar resguardada y no en contacto con su violador. Este tipo buscó que lo perdone después de 12 años que me arruinó la vida”.