Se trata del primer juicio por jurados celebrado en el país desde la ASPO, por lo que su importancia es crucial para probar en el campo concreto los protocolos sanitarios para los juicios por jurados. Córdoba realizará 20 juicios por jurados entre julio y agosto. Este es el primero.
Todo se está desarrollando con absoluta normalidad y de manera presencial.
El hecho ocurrió en la madrugada del 16 de febrero de 2018, cuando una banda de delincuentes fuertemente armados irrumpió en el departamento doble (7° A y 8° A) de Guido Romagnoli (31), en una torre de Rondeau 84, donde presuntamente funcionaba una mesa de dinero. Tras complicarse el atraco, los delincuentes huyeron y en su escape fue asesinado el cabo de policía Franco Ferraro. También cayeron abatidos dos de los asaltantes, Ricardo Serravalle y Rolando Ricardo “Ciego” Hidalgo.
El tribunal está conformado por los ocho jurados titulares y cinco suplentes, y dirigido por el juez Marcelo Jaime y sus colegas Eugenio Pérez Moreno y Juan Manuel Ugarte. El fiscal es Hugo Almirón y los abogados defensores son Silvina Oliva, Eduardo Caeiro, Nicolas Díaz, Carlos Hairabedian y Héctor Meli.
La justicia cordobesa le está dando una lección al país y está demostrando que este tipo de juicios por jurados puede realizarse perfectamente bajo las medidas de seguridad adecuadas.
El debate tuvo lugar en la misma sala de audiencias, pero que fue especialmente acondicionada para evitar contagios. De este modo, durante el juicio pudieron verse a jueces, litigantes y jurados provistos de barbijos y máscaras faciales y alcohol en gel. El lugar es ventilado y desinfectado cada 45 minutos.
Las ubicaciones en la sala de audiencia se dispusieron con base en las normas de distanciamiento social establecidas por el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) de la Provincia. Además se implementaron medidas de higiene y bioseguridad fijadas por la Resolución N° 17 de la Presidencia de la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba.
En tal contexto, en la primer audiencia comenzaron las declaraciones de los testigos, quienes también concurrieron físicamente de manera presencial. En tanto, el público y los periodistas acreditados presenciaron el debate desde una sala contigua donde se transmitía al juicio en una pantalla.