El policía Víctor Hugo Acuña (33) logró esquivar el peor escenario que le podía tocar: no le aplicaron la prisión perpetua, aunque igual fue condenado por el femicidio de su pareja, Lorena Segura (30), quien también se desempeñaba en la fuerza. La pena fue de 15 años.
Durante toda la instrucción de la causa este hombre gozó de prisión domiciliaria, situación que ahora cambia y la detención se hará efectiva en la cárcel por decisión de la jueza interviniente.
El Ministerio Público Fiscal pidió revocar el beneficio tras la sentencia por el riesgo de fuga, lo que fue objetado por la defensa que solicitó mantener esta condición ante el contexto de pandemia y el buen comportamiento de su cliente. La magistrada optó por el primer planteo, hasta tanto el fallo quede firme.
El hecho en cuestión ocurrió el 15 de abril del 2018 en General Alvear, en la propiedad donde vivían los dos junto a un hijo que por entonces tenía 1 año. En una noche de discusiones y peleas, el efectivo terminó matando de un disparo a la víctima con su pistola reglamentaria.
El debate arrancó la semana pasada y se desarrolló en San Rafael, con la modalidad de juicio por jurado ya que el acusado arriesgaba la pena máxima por homicidio agravado por el vínculo y por el uso de arma de fuego.
Tras el paso de los testigos en la segunda y tercera jornada, este jueves llegaron los alegatos. El fiscal Pablo Peñasco reclamó perpetua, mientras que la defensa, con el abogado Jorge Luque, pidió encuadrar el caso en un homicidio culposo; es decir, que se trató de un accidente durante un forcejeo entre el hombre y la mujer.
De imponerse la tesis defensiva, Acuña recibiría una condena máxima de 5 años. Finalmente, el jurado no se inclinó ni por una ni por otra hipótesis, y entendió que el policía es culpable del delito que le imputan, pero con circunstancias de atenuación.
De esta manera, el sospechoso recibiría una sentencia que va desde los 8 a los 25 años. Pasando en limpio, los 12 ciudadanos encargados del veredicto consideran que el uniformado actuó bajo una especie de “emoción violenta”, ocurrieron situaciones extraordinarias que lo llevaron a dispararle y matar a Lorena. Durante el juicio se ventiló sobre una crisis en la pareja debido a posibles infidelidades y los problemas con las apuestas que tenía el acusado. Incluso esa noche el efectivo quiso suicidarse y allí entró en escena su pistola 9 milímetros.
Ante este panorama, durante la tarde del jueves las partes volvieron a alegar; la fiscalía fue por 25 años y la defensa por el mínimo, 8 años. La jueza María Eugenia Leigle definió 15 años de pena para Acuña.
La bala que le quitó la vida a la víctima le ingresó unos centímetros por debajo del hombro derecho, perforó los pulmones y salió por el otro lado. La distancia del tiro y el ángulo de la trayectoria que hizo fueron cuestiones que los peritos trataron de explicar en el juicio, para aclarar si existió el forcejeo que el acusado describió cuando declaró el lunes pasado
Fuente; https://www.losandes.com.ar/