Lilia Altamura envió a la prensa una serie de fotografías de Darío Dening (52), el principal sospechoso sobre quien pesa un pedido de captura en el marco de la causa que fue recaratulada como “robo y privación ilegítima de la libertad”.
“Estamos esperando que aparezca Dario Dening, que es su amigo y fue la última persona en ver a mi hermano. Sabemos que no va a aparecer pero la justicia lo está buscando. Está prófugo y sería el presunto secuestrador”, dijo Lilia.
Sobre el sospechoso, la mujer contó que “vivía en el barrio” cuando era chico y que con su hermano “continuaron la amistad”, aunque “con algún distanciamiento”.
Lilia también explicó que Dening es el amigo con el que su hermano se encontró el 13 de julio “para ir a caminar” y la última persona que lo vio.
“Desde el día que desaparece, él no se contactó con nosotros para ver si sabíamos algo y si había alguna pista. Si sos tan amigo y estuviste hasta último momento con él ¿cómo no podés solidarizarte con nosotros en esta búsqueda?”, se preguntó la hermana del abogado.
El fiscal de la causa, Ariel Rivas, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Quilmes, ordenó el cambio de carátula de la causa, en el marco de la búsqueda del abogado Altamura (48), quien desapareció el pasado 13 de julio en ese distrito de la zona sur del conurbano.
Fuentes judiciales confirmaron que el expediente pasó de “averiguación de paradero” a “robo agravado por la utilización de la llave verdadera en concurso ideal con privación ilegitima de la libertad coactiva”, que prevé una pena de 8 a 15 años de cárcel.
Por el hecho, el fiscal también pidió la detención para el amigo del abogado, Dening, quien se sospecha que fue el que ingresó al domicilio del abogado y quedó captado por las cámaras de seguridad.
Para capturar a Dening se hicieron una serie de allanamientos, pero aún no lo pudieron localizar.
“La hipótesis es que el amigo lo privó de la libertad para apoderarse de los bienes del abogado, es decir de su moto, su casco y una caja de seguridad con mucho dinero”, precisó un vocero encargado de la pesquisa.
Salvador Altamura era abogado pero no ejercía la profesión, corría en forma amateur carreras de motociclismo, había vendido una empresa de polietileno y polipropileno, y actualmente continuaba con la importación de las materias primas para ese rubro industrial.
El último rastro que se tiene del hombre es un video de una cámara de seguridad que lo captó el lunes 13 de julio a las 18.06, cuando pasaba con su moto por el frente de su edificio de la calle 25 de mayo al 200, de Quilmes. Según lo que puede verse en las imágenes, a Altamura se lo vio llegar circulando, aminoró la marcha y luego aceleró y siguió de largo.
Alrededor de las 4.30 de la madrugada del martes 14, las cámaras del edificio de Altamura captaron la imagen de la llegada de la moto Honda CRF 250 roja y blanca del abogado pero montada por otro hombre de distinta contextura física, ya que el abogado mide 1,90 metros, y el que llegó en su moto era más bajo y más robusto, aunque usaba el mismo casco.