Los investigadores de la desaparición del abogado Salvador Altamura, ocurrida hace dos meses en Quilmes, creen que al menos dos personas de su círculo íntimo participaron del hecho, entre ellas un amigo que se encuentra detenido y contra quien existen varias evidencias que lo comprometen, informaron fuentes judiciales. Esta semana se tomarán declaraciones testimoniales a otros testigos convocados por la fiscalía.
Al cumplirse 60 días sin noticias del letrado, su hermana, Lilia Altamura, dijo a Télam que comparte las mismas sospechas que los pesquisas que trabajan en el caso, aunque pidió “avances” en la causa ya que la familia “necesita saber qué pasó con Salvador”.
Hasta el momento, por la desaparición del abogado de 48 años sólo hay un detenido, su amigo Darío Rubén Dening (52), a quien los investigadores apuntaron a partir de numerosos indicios analizados en la causa que lleva adelante el fiscal Ariel Rivas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 de Quilmes, y que vinculan lo sucedido con un tema de dinero, dijeron los voceros judiciales a Télam.
Dening fue apresado el pasado 26 de agosto cuando intentó cruzar en bicicleta a la provincia Entre Ríos.
Los voceros dijeron que aún no fue solicitada la prisión preventiva por parte del fiscal, quien cuenta con 15 días, prorrogables por otros 15, a partir del arresto para requerirla.
“Hace dos semanas que lo detuvieron y no hay avances. Necesitamos que se acelere la causa porque el tiempo sigue pasando y no sabemos dónde está Salvador, necesitamos que nos digan qué hicieron con él”, expresó la hermana del abogado.
La mujer dijo que para ella y su familia “hay más gente en el caso que no está vinculada” a la causa y apuntó a personas del círculo íntimo de su hermano.
“Hay dos personas que sabían dónde él tenía ubicada la caja de seguridad, que estaba escondida en la casa, y también la ubicación de una segunda llave para poder abrirla por si a Salvador le llegaba a pasar algo”, aseguró Lilia.
La mujer hizo referencia directa a un familiar de su hermano, con el cual tenía una sociedad desde hacía años, y a una amiga muy cercana. Si bien los investigadores judiciales no precisaron quiénes son, también creen que hubo más personas vinculadas a la desaparición del abogado.
Es que Altamura mide 1,92 metros de altura y es de contextura robusta, por lo que debió haber hecho falta más de una persona para reducirlo y eventualmente hacerlo desaparecer.
Además, añadieron las fuentes judiciales, la logística para llevar adelante toda la maniobra de interceptación de la víctima, el robo del dinero de la caja fuerte y su posterior desaparición debió necesariamente requerir de otros participantes.
Sobre las pruebas que apuntan a Dening como sospechoso, los voceros dijeron que son varias, entre ellas un préstamo de dinero en dólares que le había hecho Altamura y que aún no le había devuelto.
También los pesquisas analizan de cerca un juicio que un familiar de Altamura le ganó a Dening, a raíz del cual éste perdió una casa y un galpón.
No obstante, las pruebas mas concretas que llevaron al fiscal a solicitar la detención del acusado son las imágenes obtenidas de las cámaras de seguridad del edificio donde residía Altamura, en las que se observa el paso de la moto del abogado en dos secuencias con pocas horas de diferencia.
La primera es del 13 de julio pasado, cuando una cámara de seguridad captó a las 18.06 el momento en el que un hombre montado en la moto Honda CRF 250 roja y blanca del abogado pasa por el frente de su edificio de la calle 25 de mayo al 200, de Quilmes y repentinamente en vez de ingresar al garaje acelera y se va.
Horas después, alrededor de las 4.30 del martes 14, las mismas cámaras captaron otra vez la llegada de la moto Honda del abogado, aunque conducida por otro hombre de distinta contextura física, más bajo y más robusto -como Dening- y con el mismo casco puesto.
Según denunció la familia del letrado, esa persona, que creen que es Dening, permaneció cerca de una hora y media en el edificio y luego se retiró. “Ingresó al departamento con la llave de Salvador, encontró la llave de la caja de seguridad, la abrió y se robó el dinero. Creo que hubo un error, pensaron que había mucho dinero y no había tanto para repartir”, sostuvo Lilia, quien agregó: “Pienso que ahí llamaron a mi hermano -a quien tenían en otro sitio- y, como no había más plata, lo mataron”.
En el marco de la causa también se secuestraron imágenes captadas por una cámara de seguridad cercana a la zona de la Villa Itatí, en Bernal, donde Dening descartó el casco de la moto de su amigo, de acuerdo a la pesquisa llevada adelante.
Al momento de ser detenido en Entre Ríos, el sospechoso llevaba 386.642 pesos y 1.500 dólares con los que se lo acusa de intentar coimear a la policía de esa provincia, lo que le valió el inicio de otra causa penal por cohecho a cargo del fiscal de la localidad entrerriana de Villa Paranacito, Gastón Popelka, ante quien Dening negó los cargos. Luego de ser trasladado a Buenos Aires, el detenido se negó a declarar ante el fiscal Rivas, quien le imputa los delitos de “robo agravado en concurso ideal con privación ilegítima de la libertad coactiva” en perjuicio de Altamura, por los que podría eventualmente ser condenado a una pena de entre 8 a 25 años de cárcel.