Una revuelta se produjo ayer en la tarde noche en la Comisaría 4° de San Francisco Solano. Hubo heridos leves pero se pudo controlar la situación. La fiscal de turno, Ximena Santoro se apersonó en la seccional quilmeña y logró controlar la situación.
Los detenidos comenzaron la revuelta pidiendo autorización para recibir visitas de sus parientes, algo que se encuentra suspendido en comisaría por la pandemia.
La funcionaria judicial se comprometió a solucionar las cuestiones reclamadas por los internos que depusieron la actitud tras dialogar con la titular de la UFi 7. Vale remarcar que en la dependencia hay más de 50 detenidos cuando la capacidad es para no más de 15.
Fuentes del caso informaron que algunos de los reos incendiaron ropa y acolchados. También hicieron un hueco en la pared y estuvieron a punto de escapar, ya que los efectivos policiales no tenían órdenes de reprimir, sin embargo lograron calmarlos. Además, aparentemente, con sus celulares lograron comunicarse con sus familiares y amigos, un grupo de 60 personas, quienes llegaron rápidamente a la puerta de la seccional para apoyar el reclamo.
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