Personas privadas de libertad de dos cárceles bonaerenses protagonizaron en los últimos días dos experiencias solidarias que beneficiaron a una entidad cultural de Lomas de Zamora y un Jardín de Infantes de Azul.
Internos de la Unidad 42 Florencio Varela trabajaron en los talleres de carpintería y marroquinería y produjeron cuatro mesas, 12 mesitas para chicos, ocho bancos, nueve porta termos, 97 carteritas, diez mochilas, siete porta cosméticos y 13 autitos de madera, que serán de utilidad para los cerca de 200 niños y adultos que concurren diariamente a comer a la Casa Popular “República de Villa Amelia” de la Localidad de Ingeniero Budge.
Fueron 25 los privados de libertad los que colaboraron con su mano de obra de manera solidaria luego de aprender los oficios de carpinteros o marroniqueros. Uno de los internos que trabajó en el taller de carpintería contó que “para mí y para el grupo es muy gratificante saber que estamos poniendo nuestro granito de arena para hacer felices a muchos niños. Antes de dormirme siempre me imagino que uno de esos chicos podría haber sido yo hace unos años o mi hermanito ahora”.
Con la presencia del Jefe del Complejo Penitenciario Florencio Varela, Inspector Mayor (E.G) Javier Díaz, del Director de Unidad Prefecto Mayor (E.G) Fabián Gómez y del Jefe de la Sección Talleres, Alcaide Mayor (E.G) Miguel Benítez, fue entregada la producción a la Casa Popular.
La Casa Popular “República de Villa Amelia” se inició como un espacio cultural para ese barrio de Lomas de Zamora, pero hoy, en el marco de la crisis económica por el COVID-19, tuvo que adaptarse a la situación que viven los vecinos. Funciona de lunes a viernes a la noche para unas 200 personas y se sostiene con la colaboración de vecinos.
El contacto con la Unidad 42 se hizo a través de uno de los internos que trabaja en el Taller, en principio y luego por el acercamiento del jefe de Talleres Miguel Benítez.
En tanto, en la Unidad 52 de la localidad de Azul que aloja exclusivamente a mujeres, se restauraron a nuevo muebles que se entregaron en el Jardín Nº 902 “Olga Vignau”.
Los muebles que se restauraron fueron baúles amplios donde se depositan los juguetes y modulares, así como mesas pequeñas donde realizan las tareas los chiquitos de la entidad ubicada en la calle Burgos al 563.
“En este contexto de pandemia mundial y cuidados especiales sanitarios en nuestro país y con marcado énfasis en nuestra institución, el fin de este tipo de tareas es netamente resocializador de las condenadas, el trabajo y la solidaridad no se detendrán” enfatizó la directora del penal, Verónica Marinangeli.
El trabajo realizado tiene que ver con un espacio que se destinó en la sección talleres de la Unidad, denominado “reciclado y restauración de muebles”, donde se desempeñan internas a cargo de la jefa de sección Yanina Zelaua.
La tarea consistió en lijar los muebles completamente, cambiar maderas deterioradas, encolar, clavar y luego pintarlos. Estos muebles fueron enviados a la Unidad por los docentes de dicho establecimiento Oscar Cordido y Javier Arce, quienes manifestaron la necesidad de aprovechar el tiempo de recesión presencial escolar para dejar en óptimas condiciones a todo el mobiliario del jardín para que los niños a su regreso noten la diferencia, se sientan cómodos, a gusto, intentando también capitalizar productivamente el tiempo en el que no hubo presencia de alumnos en el centro educativo.
La entrega de los elementos se efectuó posteriormente en las instalaciones de dicho centro educativo inicial, donde asistieron la Subdirectora del Área Administrativa Rosana Dietrich, la jefa de sección Asistencia y Tratamiento Claudia López, junto a la nombrada jefa de talleres, quienes fueron recibidas por las autoridades educativas, que se mostraron visiblemente contentas y agradecidas con la devolución de los muebles, por el cambio, el estado actual de los mismos y cómo van a lucir estos para los niños una vez que puedan retornar al jardín.
El trabajo continuará con la restauración de mesas, sillitas y armarios que las detenidas ya comenzaron a realizar. Estas dos experiencias se enmarcan en el programa “Más trabajo, menos reincidencia”, que impulsa el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires y que se coordina y lleva adelante a través de la Subdirección General de Trabajo del Servicio Penitenciario Bonaerense.