El Comité Ejecutivo del Programa Iberoamericano para el Fortalecimiento de la Cooperación Sur-Sur aprobó ayer el proyecto “Vigilancia epidemiológica ambiental en la Provincia de Buenos Aires: Fortalecimiento de capacidades bonaerenses para la detección del coronavirus en muestras ambientales”.
La iniciativa fue impulsada por la Subsecretaría de Relaciones Internacionales e Institucionales de la Jefatura de Gabinete, en articulación con el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) y la Universidad Nacional de Quilmes.
La aprobación del proyecto significa para la Provincia la provisión de insumos para la detección de material genético del virus SARS-COV-2 en aguas residuales de barrios populares. “Esto fortalecerá las capacidades de la provincia de Buenos Aires para la detección del virus y facilitará la obtención de información epidemiológica en zonas densamente pobladas de forma más accesible”, señalaron desde la Jefatura de Gabinete.
El Programa Iberoamericano para el Fortalecimiento de la Cooperación Sur-Sur es una iniciativa intergubernamental destinada a fortalecer la cooperación Sur-Sur y la cooperación triangular en Iberoamérica, en línea con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El proyecto fue presentado a través de la Dirección Provincial de Planeamiento y Cooperación Internacional.
El OPDS, dependiente de Jefatura de Gabinete, viene realizando operativos de toma de muestras de líquidos cloacales para determinar la presencia de material genético del virus, con el objetivo de brindar al Ministerio de Salud herramientas para la vigilancia epidemiológica. Dichas muestras son remitidas a la Universidad Nacional de Quilmes para su análisis a través del método “real time PCR”, una metodología que se está aplicando en distintos países para mejorar las herramientas de testeo y prevención del covid-19.
Las experiencias internacionales en este sentido indican que el procedimiento permite determinar una relación entre la concentración de ARN de SARS-CoV-2 en efluentes cloacales y el crecimiento de la curva de contagios posterior, lo que facilitaría la detección temprana del virus en personas asintomáticas.