Un policía federal y un pasajero fueron asesinados a balazos, durante un violento asalto a un colectivo en pleno barrio porteño de Barracas. En medio del tiroteo arriba de la unidad, otro de los usuarios resultó herido y permanece internado.
Todo ocurrió en la calle Vieytes, entre Quinquela Martín y Suárez, a las 23:40, en el coche 4845 de la línea 100. Dos delincuentes subieron al colectivo y amenazaron al chofer y a los pasajeros que estaban en la parte delantera con la intención de robarlos. Segundos después, uno de los ladrones se dirigió al fondo y sacó un arma para asaltar al resto de los usuarios del servicio.
Fue entonces que el oficial Esteban Nicolás Lagos -un joven de 28 años, vecino de la localidad quilmeña de Ezpeleta, y que integraba la División Mitre de la Policía Federal (PFA)- se incorporó del asiento para evitar el robo sin percatarse que atrás de él se había ubicado uno de los ladrones.
Justo en ese momento se desató el horror: las primeras informaciones señalan que el delincuente le disparó al menos dos veces al efectivo -uno de los tiros dio en la espalda- mientras que los otros dos civiles resultaron heridos. El policía murió al poco tiempo en el hospital Churruca, mientras que uno de los pasajeros –un barrendero de CABA de 34 años- perdió la vida en el Argerich y el otro permanece internado tras recibir un disparo en el pie, aunque fuera de peligro.
Luego del asalto, los delincuentes se dieron a la fuga mientras que el chofer se acercó con los heridos hasta la Comisaría Vecinal 4D, en la calle California al 1850. Desde allí fueron derivados a los distintos centros de salud por personal del SAME. La causa fue calificada como doble homicidio en ocasión de robo, disparo de arma y lesiones. Intervino la Fiscalía Criminal y Correccional N° 12 a cargo del fiscal Martín López Ferrando. Los imputados son dos hombres mayores de edad, cuya identidad aún no fue establecida.