Alrededor de un centenar de vecinos se convocó ayer a las 17 en la intersección de Mitre y Rivadavia para expresar su oposición al proyecto de emplazar una unidad carcelaria en la zona de la ribera quilmeña. Con pancartas y cacerolas manifestaron su rechazo al emprendimiento dado a conocer semanas atrás por el Ministerio de Justicia de la Provincia.
Vale recordar que semanas atrás el Ministro Julio Alak presentó en la capital bonaerense el proyecto al que adhirió la intendenta Mayra Mendoza y que anunció que sería la posible construcción en la zona del río. Ayer mediante una convocatoria en las redes sociales vecinos se dieron cita en la peatonal. Entre otros estuvo acompañando a los manifestantes el diputado provincial de Cambiemos, doctor Guillermo Sánchez Sterli, que en diálogo con Data Judicial explicó su rechazo a la iniciativa.
“Estoy a favor de que se creen más plazas pero estoy en contra del lugar donde quieren emplazar las dos alcaidías en Quilmes porque es un proyecto de la Intendenta Mayra Mendoza totalmente improvisado y a espaldas del pueblo de Quilmes. No existe ninguno estudio de suelo ni de impacto ambiental (el lugar es inundable) y es zona protegida ambientamente. Una carcel llega para siempre y cambia negativamente el lugar donde se emplaza. Los quilmeños queremos y tenemos el sueño de una Ribera como lugar de esparcimiento y recreación para las familias de la ciudad”; puntualizó el legislador bonaerense. Además estuvieron en el reclamo el exintendente, Fernando Geronés; el exsecretario de Cultura, Ariel Domené, los concejales Facundo Maisú y Daniela Conversano, entre otros.
Proyecto
La iniciativa del Ministro Alak fue dada a conocer días atrás cuando mantuvo una videoconferencia con legisladores a quienes presentó el Plan de Infraestructura Penitenciaria, un programa que busca crear seis unidades penitenciarias y 30 alcaidías en el territorio bonaerense. El anteproyecto contempla por un lado, una serie de expropiaciones para la construcción de cárceles en Quilmes, Merlo, La Matanza y Moreno. Y por otro, la construcción de 30 alcaidías con capacidad cada una para alojar a unos 300 detenidos.