El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Roberto Salvarezza, participó del encuentro virtual donde el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Asociación Civil Abuelas de Plaza de Mayo, a través de sus presidentas, Ana Franchi y Estela de Carlotto, respectivamente, firmaron un convenio de asistencia técnica.
El mismo tiene como objeto el asesoramiento para la elaboración de una política de preservación, catalogación y difusión de su Archivo Biográfico Familiar, que tiene a cargo el Archivo Institucional y la Biblioteca de Abuelas de Plaza de Mayo, y la apertura de dichos fondos para su consulta por parte de investigadores e investigadoras.
“Hay una simbiosis entre la ciencia, la historia y las Abuelas. La genética y otras herramientas para identificar a los nietos, la lucha en la búsqueda de la verdad como fue la causa Ford y el estudio de la política científica que llevó a cabo la dictadura como pasó en el INTA, son casos que ponen en valor la relación estrecha entre nuestras y nuestros investigadoras e investigadores y esa tremenda época que hemos vivido”, reseñó el ministro.
Y subrayó que “a través de este apoyo al Archivo de Abuelas, cuya apertura va a ser fundamental para futuras investigaciones, y recrear ese ámbito histórico familiar que rodea a cada una de los desaparecidos y cuyos nietos todavía estamos buscando. De mi parte siempre van a tener todo mi apoyo”.
Luego, la presidenta del CONICET, recordó que “cuando todos estábamos escondidos, asustados, muertos de miedo, ellas salieron a buscar lo que más querían. Fue un camino largo y duro, que no ha terminado, pero nunca se desalentaron, ni abandonaron su lucha. En esa lucha la ciencia les dio una herramienta con la cual pudieron identificar a una gran cantidad de sus nietos/as”.
Además, resaltó la importancia del convenio pues “es ayudar a que las generaciones que no vivieron esa etapa de nuestro país, puedan entender, investigar y ver lo que nos sucedió. Esa conciencia es absolutamente necesaria en el contexto actual. Para el CONICET significa seguir acompañando en la búsqueda, en la lucha y en la memoria”.
Por su parte, Estela de Carlotto afirmó que “la ciencia siempre nos ha acompañado desde el mismo momento en que milagrosamente la palabra sangre y la relación entre padre y presunto hijo, y la respuesta satisfactoria de esa comparación nos hizo buscar por el mundo a nuestros nietos. Es el Banco de Datos Genéticos, ahí está nuestra sangre”.
“Faltan más de 300 nietos que pueden estar en cualquier lugar por eso nuestro brazo para la búsqueda y la memoria está en todo el mundo. Esto es muy importante, me emociona muchísimo porque el apoyo de la ciencia es la verdad absoluta, no miente, te dice la verdad, te guste o no. Entonces esta colaboración es un paso muy importante de cogestión y de compartir nuestras experiencias”, cerró.
El convenio, impulsado desde la Gerencia de Vinculación Tecnológica (GVT) del CONICET, posibilitará a la comunidad científica del Consejo contribuir a la reflexión en torno a las políticas de preservación, catalogación y apertura de fondos documentales de enorme valor para el conocimiento del pasado reciente y la memoria social.
Además, permitirá colaborar con los estudios sobre los procesos históricos y sociales en torno al secuestro y la apropiación de bebés y niños, y en los efectos del terrorismo de Estado sobre las tramas sociales, familiares y personales y la historia de la organización.
Como si fuera poco, el acceder a estos archivos facilitará su valorización, jerarquización y difusión, a la vez que propiciará la comprensión sobre la importancia del archivo en la historia de una organización crucial en la lucha por los derechos humanos y sobre los nuevos desafíos que se le presentan en el manejo de fondos documentales de enorme complejidad y valor histórico y político.
Se designó como coordinadora del proyecto a la doctora Isabella Cosse, investigadora independiente del CONICET y como co-coordinadora a la doctora Carla Villalta, investigadora independiente del Consejo. Y como lugar de trabajo al Instituto de Investigaciones en Estudios de Género de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y al Instituto de Ciencias Antropológicas de la misma Facultad.