Días atrás culminó con veredicto de culpabilidad por homicidio doblemente agravado el primer juicio por jurados en contexto de pandemia celebrado en Chaco. Se llevó a cabo de manera presencial en el Domo del Centenario de Chaco, con todos los protocolos sanitarios de cuidado contra el COVID-19.
Mediante veredicto unánime, el jurado popular declaró culpable a Walter David Alfonzo de homicidio doblemente agravado por el uso de arma de fuego y participación de un menor de edad, cometido el primero de septiembre del año 2019 en Resistencia.
La decisión encontró conformidad con la solicitud del fiscal de la causa, Martín Bogado. Solo resta esperar la aplicación de la pena concreta, que quedó en manos del juez Víctor Del Río, quien encabezó su primer juicio por jurados de manera eficaz.
Las audiencias fueron transmitidas a través del canal de You Tube del Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Chaco, para cumplir con el principio de publicidad de los actos judiciales y cualquier ciudadano tuviera acceso al juicio. A su vez, cabe destacar que se trata del segundo juicio por jurados que tuvo lugar en dicha provincia.
En cuanto al desarrollo del juicio, la defensa alegó que la víctima había querido abusar a la hija menor de edad del imputado y que por ello, bajo un estado de emoción violenta, le efectuó cuatro disparos.
La teoría fue refutada por la fiscalía, quien en base a las pruebas, principalmente a la declaración de la hija menor de Alfonzo en la Cámara Gesell, desechó todo atisbo de duda razonable para el jurado, demostrando que el imputado fue el autor principal del cometido. Además, el Fiscal pudo evidenciar que Alfonzo fue ayudado por su hijo de 13 años en el crimen.
Finalizada la producción de la prueba y los alegatos de cierre, el juez exhibió al jurado tres opciones para dictar su veredicto: declararlo culpable de homicidio doblemente agravado por uso de arma de fuego y participación de un menor de edad, culpable de homicidio en estado de emoción violenta o declararlo no culpable. Al cabo de dos horas de deliberación, el jurado popular se inclinó por la primera opción.
Como corolario y luego de felicitarlos por su labor, el juez Del Río les recordó a los miembros del jurado su responsabilidad y obligación de no ventilar por fuera del juzgado lo que ocurrió y se debatió dentro de la sala de deliberaciones.
Así las cosas, es dable afirmar que se continúan llevando distintos juicios por jurados, más allá de los obstáculos de la pandemia. En ese sentido, se asienta la figura de la institución y demuestra que la democratización del poder judicial es fuente de participación ciudadana, confiabilidad, credibilidad y justicia.