Casi todos los acusados por secuestros y torturas, apropiaciones de bebés, asesinatos y desapariciones de personas en los centros clandestinos de detención que funcionaron en Pozo de Quilmes, Banfield y El Infierno durante la última dictadura cívico militar se negaron a declarar ayer en el juicio oral y público que se sigue por esos delitos a cargo del Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata. El primero en hacer uso de la palabra pero no responder a preguntas fue Miguel Etchecolatz: “yo no maté, yo abatí en combate, que es distinto”, dijo el genocida al momento de ser indagado por el TOF 1 de La Plata.
“¿Ustedes creen que estarían ahí de haber triunfado los jóvenes idealistas que pretendían tomarlo todo? Serían fusilados por ser integrantes de la burguesía!, y el que habla también”, afirmó, y aseguró que con su desempeño “defendí las instituciones, nada más”. “Hay un deseo de venganza, hay necesidad de condenar. Lo tengo como prueba con las 8 condenas. Procéseme, ya no me lastima”, enfatizó.
El martes de la semana próxima comenzará la rueda de testimonios: los de las sobrevivientes Adriana Calvo, Nilda Eloy y María Cristina Gioglio, que fallecieron antes de que se concretara este juicio, serán incorporados a través de la emisión de los videos de declaraciones anteriores.
Algunos, como los exmilitares Carlos Romero Pavón, o Carlos del Señor Hidalgo Garzón, se expresaron desmemoriados. “No puedo hablar, necesito volver a la cama”, balbuceó Hidalgo Garzón. Otros, como el exministro bonaerense Jaime Smart, con condenas a perpetua, simplemente se negaron por “recomendación” de sus abogados. El represor exmilitar Ricardo Fernández, y Eduardo De Lío, que transita este debate en prisión preventiva, no declararon porque resta definir su situación. La defensa de ambos solicitó, que por incapacidad, se los aparte del juicio.
Bergés
El médico quilmeño recordó que vivía en la calle Magallanes, aunque a preguntas del juez Ricardo Basílico, recordó que “el entonces intendente Gutiérrez le cambió el nombre a la calle y ahora se llama Madres de Plaza de Mayo”; luego aclaró que no iba a declarar y pídió abandonar la audiencia para asistir a su esposa que atraviesa una enfermedad terminal.
Ante el TOF, integrado por Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eggers y Ricardo Basílico, se negaron a ser indagados además al exministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura, Jaime Smart; el exmédico policial Jorge Antonio Berges y el jefe del Pozo de Bánfield, Juan Miguel Wolk, quienes tampoco realizaron declaraciones. Al momento de tener que declarar Wolk, varias de las querellas exhibieron la foto de Horacio Ungaro, uno de los estudiantes desaparecidos en el hecho conocido como La Noche de los Lápices, que estuvo alojado en el Pozo de Banfield, lo que molestó a la defensa de ese imputado, que pidió que no se mostrarán esas imágenes.
Por su parte, Jorge Di Pasquale, otro de los imputados, afirmó: “Nada tengo que ver sobre los hechos que están tratando, no conozco ni estuve en ninguno de los 3 lugares que ustedes marcan”.
GUILLERMO TRONCOSO
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