La jefa comunal de Quilmes, Mayra Mendoza, cerró este miércoles el Centro de Aislamiento Sanitario (CAS) montado en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) tras darle el alta formal, en un acto simbólico, a la última paciente que estaba alojada allí con un cuadro leve de coronavirus.
En la ocasión, además, la Mandataria destacó el rol fundamental que tuvieron los trabajadores del centro, a quienes les agradeció por “haber puesto el alma, el cuerpo y el corazón para ayudarnos a sobrellevar esta pandemia”.
“Recién salió Brenda, vecina de Itatí, la última paciente aislada en este Centro de Aislamiento, donde pasó sus días de recuperación y ella decidió venir para prevenir el contagio a sus dos hijos y a su pareja”, dijo Mayra.
Luego, la Jefa comunal resaltó: “Esta situación la vimos repetirse a lo largo de ocho meses, fue muchísimo tiempo. Cuando también todos apuntaban a que no nos vaya bien, a que esto explote, a que no podamos tener la capacidad de respuesta y no estemos a la altura de las circunstancias”.
“Ya sabemos quiénes querían que nos fuera mal, aquellos que cuando fue el brote en Azul ponían imágenes falsas y decían que nos estaban prendiendo fuego los vecinos en alguna esquina y eran imágenes de Chile que no tenían que ver con la realidad que vivimos en ese barrio, donde logramos mitigar ese brote y controlar la situación, a partir de la comunidad organizada, el COE, ese Comité Operativo de Emergencia, que un cura del barrio lo resignificó y ahora lo llama Compartiendo Organizaciones y Estado”.
“Hoy fue la pandemia pero la red de trabajo comunitario y territorial en la que creemos es lo que tenemos que sostener, es lo que nos da la posibilidad de gestionar como necesitamos hacerlo, estando cerca, juntos, trabajando con los vecinos de todos los barrios, principalmente de los más necesitados”.
Asimismo, agradeció a todos “por cada acción que hizo que este Centro de Aislamiento pueda funcionar, desde el inicio y el control, hasta pensar en las alas, las aulas, conseguir las camas, la comida, articular con cada una de las Secretarías del Municipio. Vivimos distintos momentos en este centro de aislamiento, pero nunca nadie bajó los brazos, sabíamos que teníamos una responsabilidad que era hacer de este lugar un lugar cómodo, cálido y de contención en el marco de una situación excepcional”.
Del mismo modo, la Mandataria agradeció al rector Alejandro Villar por haber abierto las puertas de la universidad y haber posibilitado que muchísimos vecinos de Quilmes se hayan recuperado en las aulas: “Son nuestras universidades las que siempre están para tender una mano y eso es lo que encontramos en la UNQ. Armar este centro fue necesario y lo trabajamos en conjunto, con predisposición, compromiso, convicción y sobre todo con un profundo sentido humano”.
Por su parte, Brenda Pucheta, la última persona que realizó su aislamiento en el CAS de la UNQ, indicó: “Me trataron muy bien todos, siempre preguntándome cómo me sentía, qué necesitaba, si quería algo. La verdad que re bien me atendieron, con Mayra hablamos y le dije que fue muy bien todo, estoy muy satisfecha”.
En esta línea, Alejandro Villar, rector de la UNQ, destacó la articulación llevada adelante con la Municipalidad que hizo posible dar respuesta a una necesidad urgente producto de la pandemia: “Con Mayra nos pusimos rápidamente de acuerdo, tenemos una mirada común sobre la sociedad, los equipos que trabajaron acá pudieron hacerlo de manera ensamblada, con lógicas institucionales, todo esto demostró que la articulación entre los diferentes niveles del Estado es la política para enfrentar los problemas”.
A su vez, el Rector aseguró sentirse “orgulloso” por todo lo logrado en conjunto y agradeció especialmente el “esfuerzo de los trabajadores, quienes, como dijo Mayra, pusieron el corazón y el cuerpo”. Y enfatizó “me parece que es una gran enseñanza que estamos dando a la sociedad como institución”. Para finalizar, Villar señaló la voluntad de avanzar en una agenda común con el Municipio en materia de inclusión, producción y trabajo.