Presos alojados en la comisaría Novena de Quilmes Oeste encabezaron ayer en horas de la tarde un airado reclamo que motivó la presencia de la fiscal en turno, doctora Ximena Santoro en la sede de Barrio Parque Calchaquí.
Los puntos de reclamo fueron: “más tiempo de comunicación con la familia hasta tanto se logren las remisiones a los penales; posibles traslados a alcaidías”. Luego de asumir el compromiso con personal policial como funcionarios judiciales los internos depusieron la actitud. Sin embargo momentos antes exigieron la presencia de la fiscal en turno, fue así que la doctora Santoro se dirigió a la dependencia y detectó que se había roto dos puertas del sector de calabozos. Más allá de esto la magistrada ingresó a dialogar con los presos y se acordó que podrán tener más contacto con sus seres queridos.
La situación mantuvo en vilo la tranquilidad del residencial barrio quilmeño y volvió a poner en el tapete la realidad de los alojamientos de presos en comisarías en un momento donde la construcción de la alcaidía en la zona de la ribera quilmeña alza voces a favor y en contra, pero que ya tiene luz verde de las cámaras legislativas de la Provincia.
Vale remarcar que Quilmes es uno de los puntos donde el Ministerio avanza en el emplazamiento de una alcaidía para alojar a personas con procesos judiciales y solucionar de esa manera el dilatado tema de los conflictos en comisarías de la región. La comisaría Novena es otra de las del distrito quilmeño que tiene superpoblación que motiva malestar de los presos. En los últimos meses hubo protestas en la 4° de Solano; en la 4° de Bosques y en otras seccionales de la región