La Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional confirmó la condena a cuatro años de prisión impuesta a Cecilio Saettone, el primo expolicía de la esposa de Jorge Mangeri, condenado por el femicidio de Ángeles Rawson, por haber cometido falso testimonio en dos oportunidades para favorecer al portero, informaron fuentes judiciales. La Sala II de esa cámara, con los votos de los jueces Eugenio Carlos Sarrabayrouse y de Horacio Leonardo Días, confirmó así el fallo condenatorio que hace tres años había dictado el Tribunal Oral en lo Criminal 1.
Saettone (60), un policía bonaerense retirado, siempre estuvo bajo la lupa de los investigadores del caso Ángeles por ser quien presuntamente asesoró al portero para que inventara que había sido apremiado por policías y para que ocultara con quemaduras los arañazos que presentaba en su cuerpo.
Fuentes judiciales informaron a Télam que con este fallo, el TOC 1 podría ordenar la detención de Saettone para que cumpla la condena, aunque antes hay que esperar el plazo para que la defensa pueda plantear un recurso extraordinario para llegar a la Corte Suprema, lo que suspendería la posibilidad del arresto.
La causa se inició en 2015, en pleno juicio oral por el crimen de la adolescente de 16 años, cuando Saettone se presentó a declarar como testigo y el fiscal de juicio Fernando Fiszer pidió su detención por falso testimonio, algo que el TOC 9 en ese momento no avaló, pero que se mandó a investigar como una causa paralela. El expediente fue instruido por la jueza de instrucción Yamile Susana Bernán y el 27 de noviembre de 2017, el primo de Diana Saettone, la esposa de Mangeri, llegó a juicio.
Según lo planteado en la acusación por la fiscal Mónica Cuñarro, el imputado colaboró con Mangeri, antes de que éste fuera detenido y mintió para favorecerlo en dos oportunidades: en 2013 cuando fue a declarar ante el juez de instrucción Javier Ríos, y en 2015 cuando lo hizo ante el TOC 9 en el juicio oral al portero. El hecho puntual sobre el cual para la fiscalía mintió es un encuentro que Saettone tuvo con Mangeri el 14 de junio de 2013, horas antes de que terminara detenido por el crimen de Ángeles, en la localidad bonaerense de General Pacheco donde el ahora condenado trabajaba vigilando la fábrica automotriz Ford.
Según Saettone, en ese encuentro Mangeri le preguntó qué haría si él tuviera algo que ver con el crimen de Ángeles y él le contestó “te meto preso”, aunque luego el concubino de su prima le negó cualquier vinculación con el hecho y le dijo que estaba amenazado.
La fiscal Cuñarro probó que, al declarar sobre ese encuentro, Saettone mintió cuando dijo que había durado “entre quince o veinte minutos”, cuando en realidad duró al menos dos horas, según los registros de la tarjeta SUBE que Mangeri utilizó ese día para llegar a General Pacheco.
Cuñarro argumentó que era imposible que habiendo dialogado cara a cara, en una camioneta, Saettone haya dicho que no vio las heridas que Mangeri tenía en su cuerpo, especialmente un rasguño en una de sus mejillas que, según se estableció, la víctima alcanzó a provocar durante el ataque.
En el juicio, Cuñarro dijo que Saettone “se presentó a declarar como un testigo imparcial” cuando en realidad su propósito fue “mejorar la situación procesal del marido de su prima”, que planeó una “estrategia encubridora” y que asesoró a Mangeri porque su familia le pidió que “le diera una manito”.
El 6 de diciembre de 2017 el juez Luis Salas, del TOC 1 de la Capital Federal, condenó a Saettone por dos hechos de “falso testimonio agravado”, tal como lo había solicitado la fiscal Cuñarro, en un fallo que hoy fue confirmado.
Al momento del hecho, Saettone era suboficial mayor de la Policía bonaerense y estaba asignado a la custodia de la fábrica Ford, pero luego de 33 años de servicio se retiró en 2015 y por esta causa se le inició un sumario administrativo.
Ángeles “Mumi” Rawson (16), fue asesinada el 10 de junio de 2013, cuando regresaba de su clase de gimnasia y a las 9.50 llegó al edificio de Ravignani 2360, en Palermo, pero no entró a su departamento de la PB “A” porque se encontró en el hall con Mangeri. Según lo que se acreditó en el juicio, el encargado llevó a la adolescente a algún sitio del edificio y allí inició un ataque sexual que, por la resistencia de la víctima, terminó en el homicidio con la chica sofocada, estrangulada y luego arrojada a la basura, razón por la que al día siguiente su cuerpo fue hallado en la planta de la Ceamse de la localidad bonaerense de José León Suárez.
Mangeri fue condenado a prisión perpetua como autor de un “femicidio en concurso ideal con abuso sexual y homicidio criminis causae” de Ángeles Rawson, en un fallo que ya está confirmado hasta por la Corte Suprema.