Verónica Barboza vive en City Bell y es una de las 17.500 donantes que participó de las 377 colectas externas de sangre que se realizaron el año pasado en 86 ciudades bonaerenses cuando al comenzar la pandemia, se registró una disminución de las personas que concurrían al Instituto de Hemoterapia “Dra. Nora Etchenique” del Ministerio de Salud de la Provincia.
“Después de donar sangre me siento muy bien porque es una forma de colaborar con otro que lo necesita, la idea es poder ayudar a los demás, un poquito yo y un poquito otro, así todos sumamos”, sostuvo Verónica luego de participar de la colecta de sangre que se realizó en las instalaciones del Rotary Club de City Bell.
La sangre no es un producto que se pueda comprar en cualquier laboratorio o en una farmacia, es un elemento que sale justamente del ser humano y no hay forma de conseguirlo si no es a través de una donación. Es un recurso que cumple la función de sustitución y se necesita en diferentes situaciones.
Resulta vital para beneficiar a pacientes que sufrieron accidentes de tránsito, traumas, cirugías cardiovasculares, trasplantes, y tratamientos oncológicos, a quienes se les transfunde el componente de la sangre que requieren para llevar adelante su tratamiento y recuperar su salud.
“El año pasado con el advenimiento de la pandemia hubo una merma de la donación por el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio dispuesto, entonces decidimos como estrategia aumentar la cantidad de colectas externas bajo el lema “Doná sagre cerca de tu casa”, explicó la directora asistencial del Centro Regional de Hemoterapia La Plata, Alejandra De Bonis.
“Frente a este contexto, las colectas externas se incrementaron casi un 100% respecto de las que habitualmente veníamos haciendo desde Hemoterapia, nos acercamos a numerosas partes de la Provincia y fuimos convocados por muchas instituciones. Esto permitió incrementar el stock de sangre porque evitó que las personas tuvieran que trasladarse hasta el centro regional y pudieran movilizarse hacia cada punto de donación cercano a su domicilio, para lo cual les extendimos un certificado con la autorización para circular”.
Verónica es donante de sangre desde hace más de 10 años, lo hizo por primera vez cuando un familiar lo necesitó y desde ahí se convirtió en voluntaria, según ella porque tomó conciencia que siempre hay alguien a quién le puede servir, y ahora dona para personas que ni siquiera conoce.
En agosto tuvo COVID-19 y en octubre fue a Hemoterapia donde, tras hacerle la prueba de anticuerpos que dio positiva, pudo además convertirse en una de las 3.420 personas donantes de plasma que hicieron posible que 8.557 pacientes con coronavirus recibieran ese componente hasta hoy.
Desde el Ministerio de Salud de la Provincia destacaron la solidaridad de personas como ella y, además, la importancia del trabajo que se realiza desde el Instituto “Dra. Nora Etchenique” por la donación voluntaria, altruista y repetitiva, ya que si no fuera por el compromiso de esos donantes muchos pacientes no podrían continuar con sus tratamientos, ni se salvarían vidas. Para donar sangre hay que tener entre 16 y 65 años, pesar más de 50 kilos, sentirse sano y desayunar antes de donar. Concurrir al centro de salud más cercano o a las colectas de sangre que se realizan en la Provincia de Buenos Aires (@sangrecirculando) con documento de identidad.