Según los denunciantes ocurrió “una extraña parábola”, ya que el fiscal que actúa en la causa había acompañado el pedido de detención efectiva de Sidders. Pero luego propuso en diciembre del año pasado que se lo beneficiara al religioso con un arresto domiciliario.
Esta semana la Sala III de la Cámara de Garantías de La Plata, luego de constatar que el sacerdote goza de buena salud, confirmó su prisión de cumplimiento efectivo ren un lugar de detención, ya no en una vivienda particular.
Además, los denunciantes exhortaron al Arzobispado Víctor Manuel “Tucho” Fernández y demás allegados de Sidders “a hacer cesar las presiones sobre la justicia que originaron este innecesario incidente y llevaron al extremo de que el Fiscal mutara en pocas horas su firme solicitud de prisión efectiva por el de un beneficio absurdo, ahora abortado por la decisión del Superior”.