A cuatro años de la denominada Masacre de Florencio Varela, en la que cuatro amigas fueron baleadas cuando regresaban de bailar en Florencio Varela y dos de ellas murieron, sus familias continúan reclamando para que haya justicia y que el caso no quede impune. El doble crimen de Denisse Juárez (17) y Sabrina Barrientos (16) fue cometido el 11 de febrero de 2017 en la avenida Senzabello y Los Andes, cuando junto a otras dos amigas volvían caminando tras haber ido a “Santa Diabla”.
“Para mi no quieren investigar, a nadie le interesa ni dice ‘vamos a descubrir lo que pasó’. Estoy desesperanzada porque nadie se movió ni le importó que hubiesen dos chicas muertas y dos heridas, para mi hay algo más porque no puede ser que quede en la nada”, dijo Sandra Gómez, madre de Sabrina.
Por el caso habían detenido a un vigilador privado de 40 años que luego fue liberado por falta de pruebas porque no fue reconocido por ninguno de los tres testigos presenciales de la masacre en ruedas de reconocimiento dispuestas por la fiscalía.
Además, un peritaje de barrido electrónico realizado sobre muestras tomadas al custodio horas después del hecho y luego analizadas por expertos del Poder Judicial en la Asesoría Pericial de La Plata en busca de restos de deflagración de pólvora, determinó que no tenía rastros en sus manos de haber disparado un arma de fuego.
Durante la instrucción de la causa también fue apresado, aunque por la tenencia de un arma robada y no por la masacre, un joven, mientras que fue notificado en el marco del expediente un tercer hombre aunque nunca fue imputado.
“En la causa seguía todo igual y fue archivada, no hubo ningún avance de nada.. Primero estuvo en la fiscalía de mayores y después pasó a menores porque supuestamente el que había disparado tenía menos de 18 años pero nunca pudo comprobarse su autoría”, sostuvo Gómez.
En tanto, Noelia Juárez, tía de Denisse, aseguró que los investigadores “saben quién es el culpable y siempre se supo pero no lo corroboraron”.
“Nosotros queremos la verdad y a cuatro años todo sigue igual. De la fiscalía nunca nos llamaron, nos dijeron que iban a investigar pero después no pasó nada”, añadió.
La Masacre de Florencio Varela sucedió cerca de las 6 del 11 de febrero último en la esquina de la avenida Senzabello y Los Andes de esa localidad, cuando el grupo de amigas esperaba el colectivo para volver a su casa después de ir a bailar al boliche Santa Diabla.
Según la reconstrucción de los hechos realizada por los investigadores, en ese momento un auto pasó por el lugar y el conductor las atacó a balazos. A raíz de hecho, Denisse Juárez (17) y Sabrina Barrientos (16) murieron por los impactos recibidos, mientras que una adolescente de 15 años y otra de 16 fueron gravemente heridas y trasladadas a distintos centros asistenciales de la zona hasta que fueron dadas de alta.
La mayor de las víctimas recibió nueve tiros y su amiga cuatro, en tanto las heridas sufrieron tres y dos disparos, respectivamente. Los peritos que trabajaron en el lugar recogieron once vainas servidas de una pistola calibre 9 milímetros y cuatro proyectiles de esa misma arma.
Como ese tipo de pistolas carga un máximo de 18 proyectiles (17 en el cargador más uno en la recámara) se cree que el asesino tenía otra arma, la tuvo que recargar para seguir disparando o contaba con un cargador especial que permite colocar más balas.