El colectivo de hipotecados UVA marchó este viernes a la Casa de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires para pedirle al gobernador, Axel Kicillof, una solución que ponga freno al brutal incremento del 400% que han tenido los créditos UVA.
Acompañados de damnificados por créditos de autos, prendarios y personales, los deudores concentrarán en Plaza San Martín para, luego, trasladarse a las puertas de la Gobernación a pedir “reglas claras para poder pagar dignamente”.
“Se está terminando el congelamiento y las familias empezaron a entrar en una convergencia que es aplicable en 18 cuotas, a mediados del año que viene vamos a tener un aumento del 160% de las cuotas”, indicó la referente de Hipotecados UVA, Perla Figueroa.
En este sentido, Figueroa sostuvo que “los créditos son ajustados por inflación y en los mejores pronósticos de la situación ya vamos acumulado un 400% de aumento, la unidad de valor adquisitivo por la cual se rigen nuestros créditos estaba $14 en 2016 y ahora está en $70”.
Vale recordar, que el 1 de febrero finalizó descongelamiento del valor de las cuotas de los créditos y el inicio del esquema de convergencia a 18 meses, escenario que deja en total desamparo y desprotección a quienes accedieron a los créditos.
“Cuando Axel Kicillof era diputado no votó la ley UVI e hizo una crítica a la ley UVA, por eso estamos pidiendo que hoy que tienen la posibilidad de ser gestión, puedan hacer algo y no miren para el costado”, apuntó Figueroa.
Luego de haber hecho presentaciones tanto al presidente de la Nación, Alberto Fernández, a los titulares de ambas Cámaras nacionales y al ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, los endeudados perciben un cierto grado de desinterés por parte de las autoridades.
“Queremos ser parte de la solución y no que nos pongan en la vereda de enfrente por haber tomado un crédito en el gobierno anterior. Sentimos que hay un grado de desconocimiento y prejuicio condenatorio de nuestra situación”, aseguró Figueroa.
En tanto, hace un mes, el ministro Ferraresi prometió reunirse con representantes del Banco Central y de las entidades financieras para definir la modalidad de pago de los créditos UVA, cuyas cuotas en ningún caso podrán superar el 35% del ingreso familiar.
Sin embargo, el encuentro se pospuso y terminó diluyéndose en el tiempo sin haber tenido ningún tipo de confirmación, por lo que los damnificados continúan a la deriva y con deudas cada vez más numerosas que pagar.
“Esta deuda nos está llevando a una precarización de las familias, somos laburantes que con nuestra fuerza de laburo intentamos mejorar nuestra calidad de vida pero hemos restado salud mental”, concluyó la referente del colectivo.