Un oficial de la Policía Local de Lanús fue condenado a 10 años de prisión por intentar matar a su expareja, en un hecho ocurrido en 2018, en Lanús Este. El policía ya había tenía una restricción perimetral.
Fuentes judiciales informaron que la pena fue aplicada, días atrás, por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 10 de Lomas de Zamora, y recayó sobre Jonathan Salazar. El debate oral se realizó de febrero último pero los detalles trascendieron recién este viernes.
Los jueces hallaron al policía culpable de “homicidio agravado por haberse cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género y con quien ha tenido una relación de pareja, en grado de tentativa”. La fiscal Marcela Dimundo había encuadrado el hecho de la misma forma pero había solicitado 10 años y 6 meses de prisión.
El caso tiene muchos puntos de contacto con el femicidio de Úrsula Bahillo, asesinada el mes pasado, por su expareja policía en la localidad de Rojas, provincia de Buenos Aires. El hecho ocurrió el 30 de marzo de 2018, al mediodía, en una torre de edificios ubicada en Camino General Belgrano al 2900, en Lanús Este. Allí vivía Giuliana Troncoso, de 23 años, quien había sido pareja y convivido con el policía Jonathan Zalazar durante poco más de dos meses.
Ese día, Zalazar fue al edificio del que tenía las llaves porque su madre trabajaba allí. Giuliana estaba solo y con miedo porque el policía había llamado a su hermana advirtiéndole que iría al departamento. “Llamé al 911 porque tenía miedo y cuando sentí que estaban tirando la puerta abajo, me escondí debajo de la cama”, narró Giuliana.
Según se determinó, Zalazar rompió la cerradura y entró al departamento. Luego tomó una cuchilla y agarró del pelo a su ex pajera. “Hija de puta, te mató y me tiro por la ventana”, le dijo mientras la acercaba a un balcón y la golpeaba.
En ese contexto llegó el padre de los hijos de Giuliana – por quien el condenado la celaba y la perseguía – y logró evitar que el ataque de Zalazar continuara. “Ningún vecino me ayudó”, recordó la víctima.
Luego el policía fue detenido. Al momento del hecho, tenía una restricción perimetral pedida por la hermana de la víctima. Giuliana contó que durante la convivencia, en una casa de Villa Domínico, en Avellaneda, la había golpeado, y en otra oportunidad la había encerrado junto a sus dos hijos. Pero ella no lo denunció.
El calvario de Giuliana no terminó con la detención de su ex, que terminó alojado en la Comisaría de Villa Corina. Según se investiga a partir de testimonios del juicio oral, una oficial de esa dependencia la llamaba para que se acercara a conversar con Zalazar. “Él me pedía que retirara la denuncia y lloraba”, recordó.
La visita de Giuliana no quedaba asentada ya que no está permitido que la víctima de violencia de género visite a su golpeador cuando se encuentra detenido ya que se intenta cortar con el círculo de violencia.
Según la acusación, la oficial de la Comisaría de Villa Corina actuó a pedido del policía detenido para ayudar a que Giuliana Troncoso retirara la denuncia de la UFI de Lanús que llevó adelante la investigación.
El fallo del TOC 10 fue dividido ya que el juez José Polliza sostuvo que el policía no había tenido la intención de mata a su ex pareja aunque dio por probadas las agresiones. No obstante, la jueza Susana Silvestrini y su par, Daniel Manzini avalaron la acusación de la fiscal que terminó en la condena del policía Zalazar.
Fuente: DiarioConurbano.com