Los problemas dentro de los institutos de menores platenses continúan sin ser resueltos por las autoridades pertinentes y los internos que allí se alojan encuentran semana tras semana la oportunidad para fugarse, como volvió a ocurrir en las últimas horas en un predio ubicado en Abasto, de acuerdo a lo aportado ayer por fuentes oficiales.
En esta oportunidad, como en tantas otras, se escaparon tres nuevos reclusos, ahora del Instituto Carlos Pellegrini, empleando un salvaje método. “Aguardaron por el momento justo para atacar a uno de los asistentes que se encontraba con ellos. Lo sorprendieron y le pegaron varias trompadas y patadas, hasta tumbarlo”, le contó un vocero con acceso a la causa. Consumada la agresión, tomaron sus llaves, abrieron puertas y ganaron el patio del lugar, para después correr por el mismo, cortar una reja con un alicate y emprender la huida por la avenida 520.
Un llamado al 911 alertando sobre el episodio puso en campaña de búsqueda a los agentes de la fuerza, y así numerarios de la comisaría Séptima implementaron un operativo cerrojo, junto a sus pares del Comando de Patrullas La Plata.
De esta manera, lograron recapturar a uno de los evadidos, quien ya se encuentra nuevamente a disposición de la Justicia, aunque hasta el cierre de esta edición nada se sabía de sus cómplices. Las autoridades del centro pidieron la intervención de la Dependencia de Menores de turno.
Antecedentes
Lejos de tratarse de un hecho aislado, se tornaron recurrentes en el último tiempo las fugas de los menores de sus lugares de encierro. Muchos de ellos, incluso, se encortinaban allí alojados por haber protagonizado delitos tan graves y diversos como homicidios y salvajes asaltos. Un vocero contó que de los cinco Centros de Responsabilidad Penal Juvenil que componen el complejo Villa Nueva Esperanza, localizado en 520 y 226, ya se fugaron más de 25 chicos, y de la inmensa mayoría todavía no se sabe nada.