Debido a la situación se disminuyeron algunas tareas administrativas y la atención al público se complicó, pero no se suspendió ninguna actividad relacionada con la seguridad en la zona y se continúa tomando denuncias. Todo ello con el protocolo correspondiente.
De los 30 efectivos que se dividen en 3 guardias, la mitad de ellos están infectados pero no se encuentran internados en un hospital, sino que todos son asintomáticos y permanecen aislados en sus domicilios, cumpliendo con la cuarentena obligatoria.
Por otro lado, en los calabozos de la seccional hay detenidos por causas penales, aunque ninguno de ellos presenta síntomas de la enfermedad, según fuentes confiables.
A pesar que en febrero 2021 en la Provincia se empezó a aplicar la vacuna contra el coronavirus al personal de las distintas fuerzas de seguridad, pero aún quedan gran cantidad de efectivos policiales que no están inmunizados. Tampoco se conoce una posible fecha para su inoculización.
A pesar de estar expuestos al contagio ya que los efectivos de las fuerzas de seguridad se encuentran cotidianamente en la calle donde la circulación del virus es mayor. Cabe agregar, según fuentes fidedignas, hay malestar entre los policías ya que en un contexto de faltante de vacunas, el Comité Nacional para la prevención de la Tortura pide que los presos sean considerados grupo de riesgo y en consecuencia recibir la vacuna contra el Covid. Se colocaría así a los presos en una posición de privilegio.
“Ellos deben también vacunarse, pero después que se termine con el personal de salud, docentes y auxiliares y demás grupos de riesgo que se fijo como prioridad en la vacunación”, según expresó a La Colmena los preocupados efectivos de la fuerza.
Fuente: La Colmena