Un delincuente falleció ayer y otro fue baleado en la cabeza y posteriormente diagnosticado con muerte cerebral tras un tiroteo con un oficial de la Policía Federal Argentina (PFA) al que habían intentado robarle cuando llegaba a la casa de un amigo en Berazategui, informaron fuentes de la fuerza y judiciales.
El hecho ocurrió alrededor de las 18.50 en la esquina de las calles 140 y 26 adonde efectivos de la comisaría 1°de esa jurisdicción se desplazaron tras un llamado al 911 que alertó acerca de un enfrentamiento armado en el lugar. Voceros policiales informaron que los uniformados se entrevistaron con un hombre que se identificó como oficial ayudante en la División Servicios Audiovisuales de la PFA.
De acuerdo a su relato, se encontraba franco de servicio y había llegado a la vivienda de un amigo, cuando fue sorprendido por cuatro asaltantes armados con fines de robo que descendieron de un automóvil Volkswagen Trend de color gris.
Siempre según la versión del policía, se resistió al asalto y se originó un tiroteo con los ladrones que concluyó cuando uno de los delincuentes quedó tendido en el suelo con una herida de arma de fuego en la cabeza, mientras sus cómplices subieron al vehículo y huyeron, informaron fuentes de la fuerza. En tanto, a la vuelta de la esquina, a unos 40 metros, fue encontrado otro de los delincuentes, tirado en el asfalto, quien finalmente falleció en el lugar.
Por su parte, el oficial resultó ileso del enfrentamiento armado, añadieron los informantes. El asaltante herido, a quien se le secuestró una pistola calibre 9 milímetros Thunder, fue trasladado de urgencia a un hospital de la zona, donde anoche permanecía internado diagnosticado con muerte cerebral.
La escena fue preservada para realizar los peritajes correspondientes, mientras los investigadores analizaban las cámaras de seguridad ubicadas en la zona y relevaban el testimonio de testigos. Interviene en la causa el fiscal Daniel Ichazo, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 descentralizada de Berazategui, quien esta noche dirigía las actuaciones desde el lugar del hecho y dispuso el secuestro del arma reglamentaria del policía para realizar el cotejo balístico.
Fuentes judiciales informaron que el fiscal Ichazo no adoptó por el momento temperamento legal alguno en cuanto al oficial, mientras analizaba las cámaras de seguridad ubicadas en la zona y relevaba el testimonio de testigos para corroborar los hechos.