Pese a que el uso de unidades infantiles reduce hasta un 80% las muertes y lesiones graves en menores de 14 años, en Argentina, menos del 30% las usan y ocho de cada diez de ellas están mal colocadas.
Según un estudio de Mamás y Niños Seguros (MyNS), un programa de la Asociación para la Disminución de Siniestros Viales (Adisiv) junto a Chicco Argentina, sólo el 26,4% de los menores de 10 años circula en la posición trasera y protegidos por el elemento de acuerdo a lo que indica el nuevo decreto reglamentario vigente.
En lo que va del año, MyNS realizó 435 chequeos online en el que cerca del 85% (373) de las butacas revisadas mostraron “errores graves” que contradicen la recomendación de instalación del fabricante. A su vez, en 62 (14.25%) se encontraron “detalles menores”, aunque en líneas generales estaban bien instaladas en líneas generales.
Los errores más comunes son: sillas flojas por falta de clip de bloqueo del cinturón de seguridad; o afirmadas contra los asientos delanteros; arneses sueltos o enroscados; bebés de menos de un año a favor de la marcha; y utilización de más de un sistema de anclaje a la vez.
Cabe recordar que desde 2018 el cambio normativo que hubo en Argentina dispone que todo menor de 10 años debe ir en el asiento trasero con el Sistema de Retención Infantil (SRI) homologado de acuerdo a su peso y altura.
A pesar de su alta eficacia resulta fundamental que los SRI se usen e instalen de forma correcta siempre siguiendo las recomendaciones del fabricante y de acuerdo a la altura, peso y edad del menor a trasladar.
Según datos de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), sobre un total que ronda las 5.500 víctimas y más de 3.000 muertes cada año, el 4% son menores de 0 a 14 años. De los datos oficiales se desprende que 320 chicos, en promedio, pierden la vida por año por causas evitables asociadas al tránsito. Y aunque esta situación cambió durante la pandemia, la siniestralidad vial no deja de ser un problema grave que afecta la salud y la calidad de vida.