Claudio Javier “Morocho” Mansilla (38), señalado como posible organizador de la fuga de ocho presos de la cárcel santafesina de Piñero el pasado domingo, enfrentaba desde cinco días antes un juicio oral por un doble homicidio de 2018 en el que le habían pedido una pena de 25 años, y en mayo fue imputado por instigador, desde la prisión, de otro asesinato por el que habría pagado a su ejecutor 100.000 pesos.
Fuentes judiciales aseguraron que Mansilla es un conocido traficante de drogas, integrante de las múltiples organizaciones menores que operan en ese fragmentado mercado ilícito de Rosario.
El 6 de diciembre de 2018 fue detenido en una vivienda de calle Buenos Aires al 600 de Capitán Bermúdez, localidad ubicada a 25 kilómetros al norte de Rosario, la misma en la que su pareja, Jésica “Fea” González, cumple prisión domiciliaria.
Un año y medio después ese domicilio fue allanado en una causa por venta de drogas que instruye el fiscal federal de Venado Tuerto, Javier Arzubi Calvo, para quien se trataba del lugar en el que una banda de esa ciudad se proveía de los estupefacientes.
Mansilla fue detenido ese día como presunto autor de los homicidios de Kevin Nieri (16), y Lucas “Ozuna” Bubacar (18), asesinados a tiros desde un automóvil el 23 de septiembre de 2018 en un pasillo de Lima al 2100, en Rosario.
El martes de la semana pasada comenzó el juicio oral por el doble crimen, en el que la fiscal Marisol Fabbro pidió 25 años de cárcel para “Morocho”, quien según la investigación al día siguiente del doble crimen baleó a familiares de las víctimas.
La fuga junto a otros siete presos de la cárcel de Piñero le permitió, hasta ahora, evadir también el juicio por el doble crimen. Según fuentes judiciales, desde la prisión de la que se fugó el último domingo Mansilla ordenó el asesinato de Mauricio Ezequiel Gómez (21), también baleado desde un automóvil el 26 de abril pasado en Colombia al 500 bis de Rosario.
En la audiencia imputativa realizada el 14 de mayo, el fiscal Gastón Ávila señaló que desde #el pabellón N° 14 de la Unidad Penitenciaria de Piñero, le ofreció a Ulises Nicolás O. la suma de $100.000 pesos a cambio de que lleve a cabo el homicidio de Mauricio Ezequiel Gómez”.
Sostuvo que “Morocho” también “se encargó de ponerle a su disposición su vehículo y un arma de fuego tipo pistola calibre 9mm para realizar el delito encomendado”.
En la misma audiencia Ulises O. fue imputado como autor material de crimen del joven –un consumidor problemático de estupefacientes- que recibió al menos nuevo disparos.
La investigación incluyó escuchas telefónicas en las que Mansilla le informa al sicario que espera confirmación del hecho, pero que le dicen “uno en la panza y seis en la pata”, en relación a los balazos que recibió Gómez. El sicario se muestra sorprendido y le responde “naa, si le dimos con todo cumpa, le descargamos la pistola”.
Por ese hecho Mansilla fue imputado con prisión preventiva como presunto instigador del homicidio.